Desempleo a la baja

La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2024 deja buenos resultados. Pero el titular es que volvemos (más o menos) al escenario precrisis de 2008, cuando las vacas gordas de la burbuja inmobiliaria y el dinero fácil nos hicieron creer que éramos clase media en ascenso permanente. No es así. Pero estos datos de desempleo nos devuelven a aquellos umbrales positivos. En Canarias la tasa de paro está en el 13,86%. Sigue estando en el vagón de cola del Estado. Y, desde luego, debe seguir bajando pues resulta aún insoportable. Pero es positiva visto de dónde venimos en los últimos cursos. Ahora, en las islas ostentamos 1.005.000 personas ocupadas.

El panorama que desprende el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la EPA es una noticia a destacar. En el conjunto de España el desempleo está en el 11,2%. 21.684.700 ocupados nos hace olvidar los peores años del ‘austericidio’. Eso no significa necesariamente que la desigualdad disminuya y que el ascensor social funcione, los indicadores positivos no implican ‘per se’ redistribución de la riqueza; para eso hay que ir a la política impositiva y al Estado del Bienestar, elementos imprescindibles si se aspira a disponer de clases medias reales. No lo atestigua, por tanto, la EPA del INE. 

Con todo, después de las críticas permanentes a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), primero, y a la reducción de la jornada laboral, en el presente, se demuestra que el apocalipsis que algunos vaticinaron no se ha dado. Impulsar políticas sociales, para la mayoría, y mejorar las condiciones laborales son perfectamente compatibles con que la economía crezca. Lo que ocurre es que los megáfonos de foros y circuitos poderosos que reman en contra, tienen eco en la agenda; mas la realidad demuestra lo contrario: esta EPA del segundo trimestre de 2024 es un regalo para el verano.

El próximo debate, una vez rubricada legalmente la reducción de la jornada laboral, será abordar el despido improcedente que no es proporcional ni disuasorio. Es, tan solo, una cuestión de calculadora para el empresario. Hay que rebuscar fórmulas más protectoras que tornen el despido, de verdad, en la última salida. Hoy por hoy, despedir es la opción más sencilla para el empleador ante trabajadores de corta duración. Les sale muy barato. Y, en general, la indemnización de 33 días por año trabajado no es de recibo.

En Canarias debemos seguir reduciendo la tasa de desempleo. Es la meta. En concreto, descender del 13,86% que arroja la EPA al umbral de un solo dígito. Sería cuatro puntos porcentuales menos que requerirían del concurso de políticas públicas que acompañen el ritmo económico. Eso sí, los riesgos sociales del tejido productivo del monocultivo turístico y las condiciones laborales de los puestos que genera, es harina de otro costal.