La estabilidad o inestabilidad en el Gobierno de coalición estatal vendrá predeterminada por Cataluña. No de ahora, sino desde hace un año. Las pasadas elecciones generales dejaron claro que Junts tenía la llave fundamental para determinar el balance de un Parlamento a izquierda o derecha. Y no es casualidad que Junts ostente dicho poder sin más sino que responde a que sin Cataluña no hay forma de mantener el orden político en Madrid. Cataluña ‘per se’ no podrá independizarse, pero sin Cataluña no hay forma de entender materialmente la Constitución histórica de España.
Pedro Sánchez confió en Junts. Y el independentismo le ha dado un golpe al presidente esta semana en el Congreso de los Diputados a cuenta de la senda fiscal y la ley de extranjería. Los diputados ‘neoconvergentes’ son esenciales. Y estos están dispuestos a todo, incluso a votar junto a Vox, con tal de lograr sus propósitos. Y Carles Puigdemont podrá aparcar el referéndum por un tiempo con tal de amarrar la amnistía, pero no aceptará que ERC invista a Salvador Illa. Una Presidencia catalana del PSC diezma el ‘procés’ por un largo periodo. El ‘procés’, lo que significa como marea independentista, volverá a primera línea antes o después, periódicamente. La Historia de España lo refleja, ocurrió en la Segunda República: la sensibilidad catalana asoma. Y sin esta no se entiende luego el proceso descentralizador al amparo del sistema del 78.
Sánchez seguirá gobernando sin tener aprobados los Presupuestos Generales del Estado. Ya lo está haciendo. Y seguirá en esta tónica en 2025. Sin las cuentas estatales, seguirá habiendo Ejecutivo. Forma parte ya del clima de crisis sistemática. En la era dorada de la estabilidad, no tener Presupuestos conllevaba disolver las Cortes Generales y llamar a la ciudadanía a cita con las urnas. Felipe González lo hizo cuando CiU le dio la espalda, y procedió a convocar elecciones a comienzos de 1996.
Una mayoría parlamentaria precaria y una oposición que no suma para erigirse como alternativa. Este es el contexto. El punto idóneo para Puigdemont. Y que prosiga esta indefinición beneficia a Junts. Lo que pase en Cataluña a son de si hay o no repetición electoral será lo que marcará la agenda en Madrid. El resto es comparsa. Muy ingenuos tienen que ser algunos para pensar que se puede gobernar sin el concurso de Cataluña. El compás de espera, de falta de arranque material de la legislatura, sigue vivo. Lo que ocurra en otoño está por ver. Aunque la pugna entre ERC y Puigdemont será un factor esencial.



























Olga Maria Rivero Santana | Jueves, 25 de Julio de 2024 a las 12:51:40 horas
¡Todo es Cataluña! ,¡Ése es el problema, que en un estado democrático, donde además se tienen reconocidas las Autonomías, con sus singularidades, alguna se considere (los políticos de allí, no los ciudadanos), superiores o con más "derechos" que el resto, y hasta por "encima'! Y ¿desde cuándo son "de izquierda Junts? Es tremendo ésto y ya el "cuento" lo conocemos. Hay una sóla "motivación" cuyos "precios" pretenden que los paguemos el resto: mantenerse en el Poder el actual presidente, que está en las condiciones que está. ¿Iguales ante la Ley, con los mismos derechos y siguiendo el principio de SOLIDARIDAD? Cuando lo vea, lo creeré.¡Lamentable!
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