
InYa traían la lección aprendida, tan solo el reparto, incumplido sistemáticamente por las insolidarias comunidades autónomas, a una reunión demandada desde Canarias, Ceuta y Melilla, sobre la reubicación de menores no acompañados y que en canarias tenemos unos seis mil. Cuando hablamos de derechos humanos y por consiguiente, del derecho de los menores no acompañados, nos retratamos todos.
Mil y una excusa de lo más peregrino para justificar una medida que ponen en marcha mecanismos de responsabilidad y no de falsa solidaridad como se ha evidenciado. Aprobar una norma que obligue a la reubicación si se cumple algunos parámetros y conocidos de antemano, por todos los grupos de la cámara. Una vergüenza que lleguen a la reunión prevista y salga cada cual por peteneras.
Nuestras islas han sido, históricamente, un punto estratégico en las rutas migratorias. Desde la época de la conquista española, las islas han visto flujos migratorios constantes. En los siglos XIX y XX, los canarios emigraron principalmente a América Latina, buscando mejores oportunidades económicas. En las últimas décadas, sin embargo, Canarias ha sido más un destino de migración que un punto de partida.
La ruta canaria, que se ha cobrado muchas vidas, huyendo de la hambruna, la guerra y la situación de calamidad de sus países de origen, nos pone frente al espejo de la solidaridad humana, además reflejan la complejidad de los movimientos migratorios en el contexto actual. La combinación de factores económicos, sociales, políticos y ambientales impulsa a miles de personas a emprender viajes peligrosos en busca de una vida mejor. La respuesta a esta situación debe ser coordinada entre varios estamentos, combinando esfuerzos de rescate y asistencia humanitaria con políticas de desarrollo y cooperación internacional que aborden las causas profundas de la migración.
Esa insolidaridad mostrada y manifiesta con la migración, es un fenómeno que se ha evidenciado en actitudes y políticas hostiles hacia los migrantes, con graves consecuencias sociales, económicas y humanitarias. Esta insolidaridad surge de postulados racistas y xenófobos de cierta clase política, que carga contra los migrantes acusándoles de los males de nuestra sociedad. Criminalizan a los migrantes y los presentan como una amenaza para la seguridad nacional, vinculándolos con el crimen y el terrorismo.
Estos grupo de ultraderecha, apoyados en sus acciones y sus soflamas por la derechita cobarde, según Jiménez Losantos, con actitudes hostiles hacia la población migrante, manifestadas en forma de discriminación, hostigamiento y exclusión social. Donde estos gobiernos patrióticos creas guetos o comunidades aisladas donde los migrantes se ven forzados a vivir apartados del resto de la sociedad. La retórica de la ultraderecha puede aumentar los niveles de xenofobia y discriminación en la sociedad. Los migrantes y las minorías se enfrentan a la violencia y hostigamiento. Un aumento en los crímenes de odio y la violencia dirigida hacia comunidades migrantes.
No entiendo a esos católicos, apostólicos y romanos, de misa los domingos y festivos, patriotas todos ellos, salvadores de las esencias de nuestra raza, nuestra tierra, que levantan la mano cara al sol, y que piensan y proclaman que cualquier tiempo pasado fue mejor. Todos estos, incumplidores de los derechos humanos mas elementales, insolidarios y sus cómplices, no caben en una democracia, sus convicciones totalitarias les invalidan para estar en una sociedad plural y transversal como la nuestra aunque les pese.
Gregorio Viera Vega fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Telde.
Olga Maria Rivero Santana | Domingo, 14 de Julio de 2024 a las 19:12:30 horas
Insolidaridad que es rechazable siempre, y que en este caso se muestra ¡una vez más! que hay alguna Comunidad "intocable", pues son socios "necesarios" del Gobierno actual, con lo cual su NO que "razonan" con un: "A veces se confunde la solidaridad con abuso", y ésto lo hemos escuchado de una representante de Junts, que NADIE le ha cuestionado, ni la ha tachado de racista. ¿Conocerán alguno la situación de Canarias? Yo creo que NO. Y lo que lamento, lo he manifestado otras veces con éste tema, que no se actúe y se opine con la misma LIBERTAD y CONTUNDENCIA, con todos. Se nombra aquí a los creyentes, a los de Misa diaria, etc. es decir, caemos en lo mismo que criticamos: ni por cuestiones religiosas, culturales, ni de género, las acciones que están mal, se denuncian por sí misma, las haga quién las haga. Estamos muy lejos de actuar así, y con ésta nueva "salida" de "los inombrables" e "intocables" socios y el "silencio" o el "desvío" de atención, acusándo al resto, queda más que demostrado.
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