Francia le ha marcado el camino a Alberto Núñez Feijóo. El PP no debe articular pactos con la extrema derecha. Y al tiempo que lo hace, encima Feijóo salir la noche del domingo electoral gala en las redes sociales invocando la necesidad del centro. Es toda una incongruencia. Neofascismo y democracia no son compatibles. El siglo XX europeo lo dejó claro. La tradición histórica de los populares es la de los liberales, conservadores y democratacristianos. Eso se supone, por mucho que Manuel Fraga fuese ministro de la dictadura. Pero ese mismo Fraga presentó en sociedad a Santiago Carrillo en una conferencia que ofreció el máximo dirigente del PCE. Aquello fue la Transición, la misma que tanto hoy se intenta rescatar como discurso legitimador del sistema del 78.
Hace un año el PP no pudo gobernar. Fue el más votado. Pero no sumó la mayoría parlamentaria necesaria para ser investido. Fue un error de los populares pactar con Vox tras los comicios locales y autonómicos de mayo de 2023. El gobernar junto a los de Santiago Abascal en capitales de provincia y en gobiernos autonómicos, recibió su penalización en las urnas cuando tocó el turno en julio de las elecciones generales. Pudo haber obtenido el gallego más escaños si no se hubiese entendido antes con Vox. A lo que a partir de ahora habrá que añadirle Se Acabó la Fiesta (SALF).
Poco ha cambiado el panorama estatal desde entonces al presente. Las encuestas reflejan un contexto similar de haber ahora cita con las urnas. La sociedad no quiere al PP con la extrema derecha. La reacción ciudadana en Francia, imponiendo el ‘cordón sanitario’ a Marine Le Pen, es un ejemplo. El fascismo nunca permitió la instauración de la democracia. Con el neofascismo no se puede coquetear. Devorará al PP ir de la mano con Vox.
Feijóo tiene la ocasión de romper con Vox allá donde gobierna. El PSOE la obligación de tenderle la mano para que el PP siga en el poder sin ataduras con la extrema derecha. Esta es la herencia que deja los comicios legislativos galos. Lo primero es preservar el orden democrático. Algo tan elemental como oportuno en periodos como el que vivimos en el que asoman fantasmas regresivos. Vox y Se Acabó la Fiesta (SALF) no son socios con los que el PP acordar. Feijóo debe materializar ese ansiado centroderecha que aspira a representar por la vía de los hechos. De lo contrario, seguirá hipotecado en sus intentos de dar el salto a La Moncloa.
Olga Maria Rivero Santana | Martes, 09 de Julio de 2024 a las 14:26:56 horas
¡Qué bien saben "algunos" hacer "los cócteles" en política! Se buscan unos "nombres bien sonantes", se "ocultan algunos de sus ingredientes" porque saben que son altamente dañinos para el pueblo y de conocerlos, porque sus "efectos" lo han sufrido y lo siguen sufriendo en muchos países, también "engañados" con la misma "receta"; y como no, con el "prospecto detallado" con las posibles y "horrorísimas consecuencia" que se sufriría, si se opta por otros "cócteles" que no sea el suyo, ya tienen "cuasi ganado, lo éso piensan la ¿confianza, y/ el ¿miedo? del pueblo, al que una vez más ¡se le a¡advierte/anenaza! con todos los "males" y "plagas" apocalípticas, sí se elijge otras fuerzas políticas. ¡Ojalá ya estemos lo suficientemente "inmunizados" ante éstos "virus" propagandísticos y en verdad, elijamos desde la libertad y la coherencia propia, tras años de manipulaciones y mentiras!
Accede para votar (0) (0) Accede para responder