
El no encajar, el fracaso, la enfermedad, la incertidumbre o la soledad, son algunos de los elementos que se conjugan, juntos o por separado para crearnos un estado emocional de ansiedad, que ha evolucionado y diversificado, reflejando tanto preocupaciones ancestrales como ansiedades contemporáneas. A lo largo de la historia, los políticos y los gobiernos han utilizado el miedo como herramienta para movilizar apoyos, justificar políticas y mantener el control.
En una sociedad que valora el éxito y la competencia, el miedo al fracaso puede ser paralizante. Este miedo puede afectar tanto la vida personal como profesional, inhibiendo a las personas de tomar riesgos necesarios para el crecimiento, sentir miedo al rechazo social, que es una preocupación constante en nuestras interacciones diarias. Tememos ser excluidos, ridiculizados o juzgados por los demás.
Este miedo puede limitar nuestras acciones y decisiones, llevándonos a conformarnos con lo establecido y a evitar oportunidades de crecimiento personal. Nos preocupa no alcanzar las expectativas de los demás o no cumplir con los estándares establecidos por la sociedad. Este miedo puede paralizarnos y evitar que persigamos nuestros sueños y metas, limitando nuestro potencial y nuestra felicidad.
El temor a las mentiras y su impacto en la sociedad son un tema que nos genera incertidumbre y preocupación. Cuando se descubre que nos mienten, que erosionan nuestra confianza, se genera un ambiente de desconfianza y escepticismo. También el temor a la soledad, el rechazo o el abandono puede ser profundamente aterrador, ya que va en contra de nuestra naturaleza social. Abrirse emocionalmente y ser vulnerable puede ser aterrador para muchas personas. El miedo a ser herido, rechazado o juzgado puede llevar a las personas a construir barreras emocionales.
Otro factor importante para ese terror o más bien esa percepción que nos aterra, son las manifestaciones extemporáneas de algunos dirigentes, ruidosas, sin base sociológica. Es una fuerza poderosa que puede moldear el comportamiento de los ciudadanos y las decisiones de sus líderes, asistimos pues, a la puesta en escena de populistas que con grandes gestos y cortas frases de insultos y desprecio, intentan arañar votos, señalando a las personas mas vulnerables, sobre todo a aquellas que vienen huyendo de una vida de miseria, guerra y explotación de mafias.
Es crucial ser conscientes de cómo se manipulan y amplifican estos miedos. Los miedos sociales pueden tener un impacto significativo en nuestras vidas, restringiendo nuestra libertad y limitando nuestro crecimiento personal. Reconocer y enfrentar estos miedos es fundamental para superarlos y alcanzar una vida plena y satisfactoria. Es importante recordar que todos experimentamos miedos en algún momento, pero no debemos permitir que nos paralicen. A través de la comprensión y la aceptación de nuestros temores, podemos construir una sociedad más empática y solidaria, donde el miedo no sea un obstáculo, sino una oportunidad para crecer y aprender.
Es a través de la educación, la transparencia, el diálogo y las políticas inclusivas, como se podría mitigar el impacto negativo del miedo y construir una sociedad más segura y equitativa. Es importante destacar que el temor a las mentiras en la política no se limita solo a los políticos en sí, sino que también se extiende a las consecuencias que estas mentiras pueden tener en la sociedad. Las mentiras pueden distorsionar la realidad, influir en la toma de decisiones y perjudicar el bienestar de la sociedad en general y de mentiras, sabemos mucho en Telde.
Gregorio Viera Vega fue concejal socialista en el Ayuntamiento de Telde.
Olga Maria Rivero Santana | Domingo, 07 de Julio de 2024 a las 12:55:23 horas
Necesario es "distinguir las mentiras", pues por desgracia, a base de "repetirlas una y otra vez" se pretende que se conviertan en verdad". La "utilización" de las mentiras, o "cambios de opinión", que practican todos los partidos políticos, hace que tengamos que estar más atentos que nunca. ¡LCuando ven que "sus argumentos" ya ¡NO CONVENCEN!, se "fabrica" el ¡MIEDO! y como no, ¡LA TÁCTICA DEL ENFRENTAMIENTO! absurdo, y bien calculado entre la ciudadanía. ¡Despertémos, no perdamos nuestra LIBERTAD y aprendamos a LEER e INTERPRETAR bien, "sus proclamas"!
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