
Europa comienza la semana confirmando el peor presagio posible que se barruntaba en los últimos días: la extrema derecha ganó la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Nunca había ocurrido. Y el próximo domingo, con la segunda cita con las urnas, se comprobará si Marine Le Pen y sus correligionarios obtienen la mayoría absoluta o, por el contrario, son frenados por las demás fuerzas democráticas. Toca que la izquierda y derecha contengan el avance del neofascismo. Francia, Alemania, Italia, países del este… El virus neofascista se expande.
El partido de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional (RN), cosechó el 33,1% de los votos. El gran perdedor ha sido Emmanuel Macron que no tenía ninguna necesidad de disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones. Pero a Macron le pudo la sorpresa de los comicios europeos, pensó que cogería desprevenida a la izquierda y a la derecha y, ciertamente, el tiro le ha salido por la culata. Todo apunta que en Francia habrá cohabitación: el presidente de la República (Macron) de una formación política y el primer ministro de otra diferente. Aguantar hasta 2027 Macron así, le será tarea ardua; ¿está dispuesto a dimitir?
Para que Le Pen haya logrado un tercio de los votos es que ya ha sumado a clases sociales diversas. Y que su mensaje no asusta en algunas capas sociológicas. Desde luego, atesora votos de aquella clase trabajadora que otrora votaba a comunistas y socialistas galos. Descontentos o perdedores de la globalización que ven con nostalgia los derechos valiosos de aquellos convenios colectivos industriales.
Las redes sociales y el desmoronamiento del periodismo permiten que los mensajes de la extrema derecha (cargados de bulos) rulen sin problema en la sociedad. Ponerle coto a esto es complicado pues debe imperar la libertad de información. ¿Pero cómo se detienen las mentiras que vuelan instantáneamente por los teléfonos móviles? Ante la consistencia de los partidos clásicos, socialdemócratas y democratacristianos, con todas las sombras que quieran que tuvieran, sobresale en el presente fórmulas populistas de inspiración neofascista.
En España tenemos el peligro de Vox y Se Acabó la Fiesta (SALF). El gran objetivo del PP es no depender de ellos y preservar las instituciones y la democracia representativa. Mas la corriente europea emite cada vez más señales de alarma. El domingo el foco estará sobre el veredicto de las urnas en Francia. Si los de Le Pen arrancan una mayoría absoluta, negras tormentas retornarán sobre el Viejo Continente.
Casanova | Martes, 02 de Julio de 2024 a las 22:30:33 horas
Visto lo vivido y aún seguimos viviendo a día de hoy,las pésimas políticas de la izquierda que nos lleva al abismo,cuando gobierna cualquier partido de izquierdas me dirijo al PSOE Gobernando 5 años en coalición con partidos de extrema izquierda con bildu etarr__as paridos independentista catalanes que no respeta la construcción del 78 ni la lengua española partidos que rompieron la unidad de España con una independencia Fakeeee de 8 segundos,La izquierda cuando gobiernan dejan las arcas públicas en negativo no saben gestionar el dinero publico perdiendo subvenciones de europa porque sus ministros jamas han trabajado en la empresa privada,la derecha o ultraderecha Que miedo en el siglo 21 cuando gobiernan genera puestos de trabajo seguridad poder adquisitivo para el ciudadano gasta los impuestos en servicios como carreteras limpieza ect QUE VENGA CUÁNTO ANTES ESA DERECHA QUE POR EDAD LA VIVI 8 AÑOS DE AZNAR bajada del paro en mas de 5 millones de trabajadores de los 8 que tenia europa ESPAÑA puso a trabajar a 5 millones poder adquisitivo en abundancia Ruina paro con Zapatero cambio de gobierno Rajoy volvimos al nivel adquisitivo Con pinocho estamos en la ruina
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