Una guerra inútil

Nunca Ucrania vencerá a Rusia. El envío de armamento por parte de los aliados solo sirve para mantener vivo un conflicto bélico que destroza a las personas y provoca una enorme destrucción. La invasión rusa es contraria a Derecho Internacional, totalmente denunciable, pero la realidad es la que es: Ucrania no podrá revertir lo conquistado por Vladímir Putin. Gustará o no, pero es lo que hay. Lo demás es mantener artificialmente la guerra mediante préstamos, inyecciones monetarias y envíos de armamento, cada vez más sofisticado, cada vez más ofensivo en vez de defensivo. Estamos inmersos en una espiral destructiva de incierto desenlace.

Putin ha ofrecido un plan de paz basado, dicho en plata, en anexionarse lo ya anexionado y que Ucrania abandone la idea de entrar en la OTAN. Enseguida Volodímir Zelenski lo rechazó. Pero es un inicio y, por tanto, cabe otras cesiones o matizar el mismo. No podemos estar un año tras otro contra Rusia, que atesora armas nucleares. Y a una potencia nuclear no se le vence en las trincheras. Es decir, que para Zelenski recupere el territorio perdido, implicaría iniciar una Tercera Guerra Mundial. Cuanto antes se asuma esto, mucho dolor nos ahorraremos. Es más, ya puestos, Zelenski tenía que haber negociado la paz desde un principio. Estados Unidos insufló sus ánimos, entre la sed de venganza y las medias verdades, para que luego llegásemos al actual callejón sin salida. Si gana Donald Trump a final de año, Zelenski será arrojado a los pies de los caballos.

El actor de cine será un pretendido héroe pero ha actuado irresponsablemente. No puedes someter a tu pueblo a un conflicto de fatal final. Un buen gobernante no puede jugar con las expectativas patrias sino exponer lo que hay, por crudo que resulte. Es como un buen abogado que aconseja según su criterio y si no tiene visos de ganar el caso, lo dice directamente. Y otro tanto un médico. Hay muchos gobernantes que, inducidos por terceros o no, sobreponen los galones belicosos a la sensatez de la paz.

Desde Madrid, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, esta última por acción u omisión, podía haber elevado el listón de la denuncia, abren la financiación a Zelenski. Sumar está en desacuerdo; incluida la gallega, obviamente. El acuerdo consiste en mil millones de euros a Ucrania para ayuda militar e industrias del ramo. Una cantidad que se irá proyectando, en función de las circunstancias, en los próximos diez años. El PSOE tiene que fomentar la paz, no alimentar el espíritu ‘otanista’ contra Rusia. Toca negociar.