A por el Guiniguada

Al final de cada mandato, lo que queda de la remembranza de una Alcaldía son dos o tres medidas estrellas. Lo demás, es relleno de cara a la opinión pública. Puede todo funcionar razonablemente bien que, si no tienes un par de chispazos, queda en la rutina burocrática tu gestión. Algo así como los equipos de fútbol que, por mucha cantera y gente seria que disponga, tiene que fichar a un extranjero con tirón mediático que venda camisetas y recaude dinero para las arcas del club.

En este planteamiento está Carolina Darias. Y lo ha identificado en el barranco de Guiniguada. Conectar Triana con Vegueta y embellecerlo de parques y jardines mientras aúpa a la cultura, pinta bien. Otra cosa es lograrlo, que no será fácil. Tiempo tiene hasta 2027. Y lo mejor es que se proyecta un concurso de ideas, algo así como ocurrió en Santa Brígida sobre qué hacer con el mamotreto, que linda con fomentar la participación ciudadana en materia urbanística.

En realidad, recuperar para el viandante el barranco de Guiniguada ya se hubiese hecho si no fuera por una realidad molesta: este es el cauce para los vehículos entre la ciudad y el centro y cumbre de la isla. Sortear todo esto será prueba para nota. El transporte público no lo puedes hacer girar sin más por la avenida Primero de Mayo desde la rotonda de barranco Seco o meterlo en el túnel de San José. Sería vestir a un santo para desvestir a otro. El equipo de Darias habrá reparado en este inconveniente, gran inconveniente, que precisa una solución. Máxime, cuando a este paso de superpoblación e insostenibilidad medioambiental en el archipiélago, se formarán largas colas para ir al enclave satauteño, San Mateo y Tejeda. Y la respuesta no puede ser poner dos carriles por sentido en vez de uno.

Por tanto, el Guiniguada, por muy urbano que sea, nos resalta (otra vez) que las islas no pueden seguir soportando semejante nivel de población. Que hay que apostar por el sano decrecimiento y la contención del modelo turístico. De momento, la alcaldesa capitalina puede aportar su parte y forjar su obra urbanística estrella antes de 2027; como la MetroGuagua. Si José Manuel Soria es recordado por la implementación del césped siendo regidor, y la viveza que dio, Darias busca su ramillete identificativo de legado para el día de mañana. Y para repetir como alcaldesa, lógicamente. En el Guiniguada tiene mucho trabajo por delante.