
Se abre un nuevo encuentro con el Ciclo los amigos de León y Castillo que imparte el Cronista Oficial de Telde, historiador, académico correspondiente de la Real de la Historia (Madrid), Antonio María González Padrón, el miércoles 5 de junio, en la Casa Museo León y Castillo de Telde, institución dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria.
González Padrón aborda en esta ponencia el escenario histórico desde el exilio de la Reina Isabel II y la restauración monárquica con la proclamación de Alfonso XII, Rey de España con una semblanza biográfica de la reina consorte y regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, la segunda esposa de Alfonso XII y madre de Alfonso XIII, y la amistad, confidencia y relaciones personales con el político, abogado, diplomático grancanario, don Fernando León y Castillo.
María Cristina de Habsburgo-Lorena (Moravia,1858-Madrid,1929), hija del archiduque Carlos Fernando de Austria y de Isabel, archiduquesa de Austria-Este-Módena. En 1879 se convirtió en la segunda esposa del rey Alfonso XII, tras enviudar de María de las Mercedes. Cuando falleció el soberano, en 1885, estaba embarazada de su hijo, Alfonso XIII. Gran defensora de la Constitución de 1878, ya que ninguna de sus acciones se desvió ni un ápice de lo que dictaba. “Era una gran constitucionalista y siempre animó a su hijo a no salirse de ella”.
María Cristina de Habsburgo nació con el título de archiduquesa de Austria, por lo tanto, era su alteza imperial, tratamiento que tenían los familiares más cercanos del emperador de Austria-Hungría. González Padrón explica que no estaba encaminada a ser reina, ni siquiera a tener un protagonismo público especial, porque su carácter, un poco introvertido, y el gusto por el estudio, la música y la teología, la apartaba de la vida más frívola de las mujeres de su tiempo.
Llegó a ser una virtuosa del piano y una profunda conocedora de la historia de la música. Esa exquisitez estaba combinada con una vida espiritual muy profunda y el estudio de algunas disciplinas religiosas, añade. Por ese motivo, el emperador la nombró abadesa de una institución conventual de semi clausura, la Institución de las Nobles Damas del Castillo de Praga. El tiempo que estuvo al frente de esta institución, que obligaba castidad, le dio dotes de mando, altos conocimientos de las relaciones sociales y la puso en contacto con toda la aristocracia del imperio austríaco.
Por su parte, el rey Alfonso XII enviudó muy joven, tras la muerte de María de las Mercedes, por lo que el Gobierno y las Cortes querían buscar una solución inmediata en relación con solucionar la sucesión al trono. Las diferentes familias reinantes católicas se fijaron en ella, no tanto pensando en que pudiera agradar al rey, sino por sus dotes de mando, ya que si el rey moría dejaría una regencia. Cuando a María Cristina de Habsburgo-Lorena le plantean este matrimonio, se niega rotundamente, por lo que interviene el Papa, quien le ordena que se sacrifique porque España necesitaba una reina católica cuanto antes. Por su parte, el rey la respeta y la admira por su talento, y Alfonso XII al final de su vida, confiesa que le tiene un cariño extraordinario porque valora que lo ha dejado todo por él y por España.
González Padrón expone: “Era una mujer de Estado, comprometida con España, y siempre actuó a favor del país. Cuando su hijo, Alfonso XIII, fue mayor de edad lo siguió aconsejando, aunque no logró apartarlo de un gran peligro, que eran los militares. Durante su periodo de reinado, España entró en guerra con Estados Unidos y perdió el imperio, con sus últimas posesiones, Cuba, Puerto Rico y Filipinas, además de otras islas del Pacífico. Pese al Desastre de 1898, su etapa de regencia es bastante positiva en su conjunto. María Cristina de Habsburgo-Lorena poco a poco fue ganando el corazón de los madrileños y españoles y en sus últimos años de vida hubo una especie de adoración por ella, al considerarla la reina sacrificada y la que había sacado adelante a sus hijos.
En ese tiempo destaca la figura del abogado, político y diplomático español, el grancanario Fernando León y Catillo (Telde, Gran Canaria 1842 – Biarritz, Francia, 1918), consejero y amigo de la reina María Cristina. Ella conocía la existencia del prometedor político por referencias que le hacían diferentes personalidades del partido liberal y conservador al que pertenecía. Todo esto le puso en el camino de conseguir una amistad que ella auguraba profunda y duradera. Fue requerido en palacio como consejero, confiando en él por su lealtad a la Constitución y a la monarquía. Don Fernando admiraba de la reina su honestidad, austeridad y el amor a su hijo, el rey desde su nacimiento, Alfonso XIII (Madrid, Palacio Real, 1886 – Roma, Italia, 1941) y el amor a España.
Don Fernando obtuvo de la reina el cariño y aprecio suficiente por sentirse halagado y recompensado, para él que sentía la monarquía como uno de los pilares básicos de la nación. Asistió a palacio en visitas privadas, como parlamentario o miembro del Gobierno, y, sin duda, la reina dio su plácet para que le nombraran Embajador en París y toda esta amistad con Fernando León y Castillo, se tradujo en una defensa de Canarias en todas las grandes leyes o normas que se aprobaron, entre otras, el libre comercio y la creación del Puerto de La Luz. Ella supo ver el peligro que podía correr Canarias ante los ambiciosos planes que tenían algunas potencias. Tuvo en León y Castillo un súbdito fiel y amigo leal.
Una brillante exposición complementada con la proyección de imágenes para mejor comprensión de la ponencia, el Cronista de Telde, Antonio M. González Padrón, en su amplio conocimiento y bien documentado tema histórico, desarrolló este período clave en la historia de España del siglo XIX y XX, que rodearon los complejos y, a veces, conflictivos contextos monárquicos de sucesión y relaciones internacionales, así como el relato histórico y biográfico de la afectiva relación de la reina regente María Cristina de Habsburgo Lorena y el diplomático grancanario, Fernando León y Castillo. Enhorabuena. Muchas gracias.
Reportaje gráfico de la charla sobre María Cristina de Habsburgo.
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