
Así, con esta pregunta, me interroga una amiga con un wasap desde buena mañana. Un tanto preocupada por la autoridad moral que me supone y para no parecer descortés no respondiendo, le digo: a la izquierda siempre.
Después de una breve charla, pienso algo que no le digo, que sin duda la gran ganadora de estas elecciones europeas será de nuevo la abstención. Y es que como en otras comunidades autónomas, en Canarias, no existe una percepción de que Europa pueda solucionar nuestros graves problemas estructurales: la inmigración desatada, la pobreza, el turismo exacerbado, la falta de vivienda, la carestía de la cesta de la compra o el desempleo. En general, la mayoría no piensa que desde Europa puedan tomarse decisiones que nos afecten. A esto se suma el que los políticos europarlamentarios, solo se acuerdan de Canarias cuando son las elecciones europeas y se pasean con una rosa en la mano ofreciéndosela a todo el que se acerque.
Por mi parte, acudiré a votar puesto que nos jugamos mucho, mientras pertenezcamos a la U.E (grupos nacionalistas e independentistas cuestionan esta pertenencia y plantean la salida de Europa, entre otras cosas, para poder regular el problema del territorio y la venta a extranjeros. Proponen, el voto nulo. Es una opción, pero mientras tanto, creo que debemos ejercer el derecho al voto, ya que las grandes decisiones se toman desde ahí, decisiones que afectan especialmente a Canarias como puerta de África.
Sin embargo, la desinformación y las redes sociales han provocado que el discurso simplista y popular de la derecha y la ultraderecha se haya apropiado del descontento general y de la insatisfacción social, prometiendo recetas fáciles y mano dura en algunos aspectos que nos afectan especialmente como la inmigración. Este tipo de discurso ha calado en la población por su simpleza, pero también por la necesidad de creer en fórmulas mágicas que solucionen nuestros problemas.
Deberíamos saber que la política de derechas, en Europa, se ha manifestado directamente por ser xenófoba y, su forma de actuar con la inmigración, ha sido pagar a países terceros y pobres para que hagan frontera y retengan a los inmigrantes. Pero habría que saber y decirles a los defensores de esta derecha rancia e intolerante, que Canarias pertenece a esos países pobres, frontera del sur de Europa y del norte de África.
Resolver los problemas con fórmulas simplistas es engañar a la ciudadanía. Una situación tan compleja como la llegada de inmigrantes no se soluciona con mano de hierro o con dejar a sus vecinos dinero para que los retenga. Las decisiones que nos afectan a toda Europa deben tomarse de manera conjunta y con voluntad por parte de todos para que se repartan equitativamente por toda Europa a los inmigrantes.
El hacinamiento, las condiciones en las que llegan estos seres humanos no puede ser minimizado en Europa. Canarias no puede más y así lo han hecho saber el 20 de abril, las islas están saturadas, los beneficios del turismo redundan en unos pocos y perjudican a muchos canarios, sobre todo a la hora de encontrar una vivienda asequible a nuestros bolsillos o a los servicios públicos, como sanidad, saturados.
Por esta y otras razones, porque nos jugamos sobre todo mantener los derechos adquiridos y la libertad por la que nuestros padres y abuelos lucharon, votaré a la izquierda, primero porque pertenezco a la clase trabajadora, la que se levanta el lunes para ir a trabajar, esa clase que parece tiende a desaparecer en infra clases, pero, sobre todo, porque nos jugamos mucho para poder ser escuchados y poder tener la posibilidad de discutir un modelo social justo e igualitario para toda Canarias.
Nieves Rodríguez Rivera es profesora de Lengua y Literatura y escritora.
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