Susto en el Pleno de Telde y gamberrismo político

Susto mayúsculo ayer por la mañana en la sesión plenaria ordinaria del mes de mayo del Ayuntamiento de Telde. La reunión había comenzado con puntualidad británica con la única ausencia de la concejala Minerva Alonso, de Nueva Canarias. Todo se desarrollaba con tranquilidad y los asuntos se iban ventilando con rapidez, prácticamente sin debate.

Llegado el apartado de Urgencia, el alcalde Juan Antonio Peña planteó la aprobación de un importante expediente que suponía revocar un viejo acuerdo plenario para poder pagar gratificaciones a la plantilla municipal, especialmente a los agentes del cuerpo de seguridad, léase Policía Local, forzados a realizar horas extraordinarias debido al reducido número de sus recursos humanos. El asunto salió adelante después de algunas objeciones puestas por la nacionalista Celeste López y el socialista Ramos.

Fue en este momento, tras la votación, cuando el primer edil anunciaba que el concejal Sergio Ramos se iba a ausentar de la reunión y casi sin terminar sus palabras el político de más de dos metros de altura se levanta tambaleándose de su escaño y acompañados por dos compañeras de Corporación se aproxima a la puerta que usan los concejales para salir y entrar de las reuniones plenarias cuando van al baño o por otras circunstancias.  Ya casi dentro del pasillo de esta pequeña estancia, Ramos sufre una convulsión y un desmayo que gracias a la oportuna ayuda de Sergio Mendoza, el policía local que oficia de chófer y seguridad del alcalde, evita que se dé contra el suelo, lo que hubiese agravado su problema de salud.

La suspensión temporal del Pleno fue inevitable ante la gravedad de la situación, y durante esos momentos de pausa se respiraba un ambiente tenso y de gran nerviosismo entre los asistentes, políticos, público y medios de comunicación.

La preocupación por la salud de Sergio Ramos estaba presente en todos los rostros, independientemente de las diferencias políticas que pudieran existir entre ellos.

Y es que, aunque estaba consciente, el vicealcalde no se recuperaba del todo y permanecía tirado en el suelo, mientras recibía las primeras asistencias. La ambulancia del SUC tardó más de 20 minutos en llegar y, finalmente, cuando los sanitarios hicieron acto de presencia y estabilizaron al afectado, el asunto cobró algo más de tranquilidad al comprobarse que el concejal del PP habría sufrido una lipotimia, estaba estable y con constantes vitales normalizadas, aunque muy cansado.

Todos los que estábamos en el Pleno pasamos por momentos de mucha tensión porque nos llegamos a temer lo peor.  TELDEACTUALIDAD dio cuenta de lo sucedido a los pocos minutos de ocurrir. Lo hicimos con absoluto respeto a Ramos, tomando únicamente fotos del revuelo que se armó en el Pleno y en el corredor anexo.  Noticia que sería replicada después por otros medios grancanarios en sus ediciones digitales, también con el mismo trato de consideración hacia el afectado, como el mismo tuvo el detalle de agradecer en la nota que hizo pública por la tarde, una vez recuperado y de reposo en su domicilio.

Un compañero de La Provincia, que acudía por primera a cubrir una reunión corporativa de Telde, recibió duros reproches de algunos miembros de la Corporación por querer sacar una foto de la concentración de personas en la plaza de San Juan con la ambulancia al fondo.  Hubo especialmente una edila, que hace gala con sus comportamientos provocadores  de su ideología de extrema derecha y es muy dada a las mentiras , provocación y enredos, que llegó a encararse incluso con el periodista.

Sin embargo, la prueba de su particular ética y cinismo político se puso de manifiesto horas después cuando no le importó divulgar una nota de prensa aprovechando el suceso para atacar de nuevo al Gobierno de Telde y, especialmente al alcalde Juan Antonio Peña, en un ejercicio de gamberrismo y aprovechamiento de un suceso ocurrido a un compañero de Corporación jamás visto en la historia política de este municipio. Una actitud con la que se ha vuelto a retratar públicamente y que no hace sino aumentar su manifiesto aislamiento público.

Resulta deleznable que se intente capitalizar políticamente el incidente, mostrando una falta de sensibilidad y respeto hacia la integridad de una persona que pasó por una situación de salud delicada y preocupante. Utilizar un suceso de esta magnitud para lanzar ataques no solo es indignante, sino también inaceptable en el ámbito político y social. Es importante recordar que, más allá de las diferencias ideológicas y partidistas, todos los miembros de la Corporación son seres humanos y merecen ser tratados con dignidad y respeto.