
El extremo sur del paseo marítimo de Salinetas lleva años esperando por unas obras que no terminaban de llegar, pero la luz al final del túnel ya se ve. En mayo de 2019 los duros embates del mar abrieron un profundo socavón en la zona. Fue al término del mandato 2015-2019. El agujero se tapó, pero el paseo seguía cerrado al público y la obra que inició la rehabilitación, parada. Este era otro de los problemas no resueltos que heredó el nuevo gobierno municipal.
La responsable de Playas, María Calderín, ha tenido que batallar con la Demarcación de Costas para llevar a cabo algunas modificaciones del proyecto inicial, en el que se incluye el cambio de pavimento, nuevas luminarias y un botaolas de dimensiones más reducidas. La obra está muy avanzada y estos días se está procediendo a la colocación del botaolas por parte de la empresa Capross. La obra puede finalizarse en julio, según publica Canarias7.
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