Cabrera, la única concejala de Vox en Telde, se cubre de gloria

Vox de Telde quiso en esta jornada salir en defensa de  la empleada municipal que, según denunció el alcalde Juan Antonio Peña en el último Pleno, lleva cuatro años sin acudir a su puesto de trabajo y, al final, le hizo un flaco favor porque hizo público detalles médicos de la afectada que invaden su privacidad, un hecho que podría conllevar consecuencias punibles para la concejala de la formación de ultraderecha, Rita Esmeralda Cabrera, por la divulgación pública de datos que pertenecen a la esfera personal de la trabajadora.

En un intento de desmentir al primer edil,  Cabrera terminó revelando información médica privada de la empleada de la Institución local, lo cual ha suscitado un considerable revuelo. 

El comunicado emitido por Cabrera pretendía criticar la afirmación del alcalde, catalogándola de “bulo” y acusando a los medios de propagar información falsa. Sin embargo, el intento de la edila de desacreditar tanto al alcalde como a los medios de comunicación que cubrieron la noticia se volvió en su contra al revelar detalles médicos privados de la empleada.

Dicho en román paladino, la edila de Vox se cubrió de gloria con un comunicado que tenía como objetivo reprobar la acción del primer edil y desacreditar a los medios de comunicación que se hicieron eco de lo dicho textualmente por Peña. Es decir que la ínclita concejala de la oposición ha querido matar dos pájaros de un tiro, pero el disparo le salió por la culata al incurrir en la divulgación de datos personales y privativos que le podrían acarrear más de un problema.

La divulgación de esta información no solo invade la privacidad de la trabajadora, sino que también coloca a Cabrera en una situación complicada. Expertos legales indican que el acto de hacer públicos datos personales sensibles sin consentimiento es una infracción de las leyes de privacidad y protección de datos.

La situación refleja un error de juicio considerable por parte de Cabrera, quien parece estar aún en las primeras etapas de su carrera política y mostrando un desconocimiento notable sobre la gestión de información sensible y la realidad política y social del municipio.

Sus acciones, guiadas aparentemente por un afán de confrontación y asesoradas por consejeros cuestionables, no solo han perjudicado a la empleada afectada, sino que también han dañado la imagen de Vox en Telde.

Y es que Cabrera sigue dando palos de ciegos y cometiendo error tras error, imputables, sin duda, a su bisoñez en la política, pero también a los que la están llevando al abismo y, quizás a los juzgados, con sus desatinados consejos marcados por el odio, la falta de respeto y la inquina personal.