Morales y la narración

En un tiempo cada vez más acelerado, donde la política y el periodismo son vertiginosos, donde las trayectorias son cada vez más cortas, aún reluce como faros de fuste de antaño, la fuerza de la palabra y la voz clásica. Es el caso de Antonio Morales. Y solo así se explica que aúne ya tras mandatos consecutivos en el Cabildo de Gran Canaria. Llamado a ser el presidente que más largo periodo ha estado en la Casa Palacio de Bravo Murillo. En el fondo, la fórmula del éxito es la autenticidad. Se reconoce su mensaje y, por tanto, el votante sabe lo que hay. En el mundo de las imposturas, de la política banal y el periodismo sin sustento intelectual, el agüimense se muestra con el valor del patrón oro que caracteriza a los mercados.

Ayer disertó en el salón de actos de ‘Canarias7’ sobre su modelo de ‘ecoisla’, que lleva abanderándolo desde 2015. Pero no nació de la nada. Viene precedido por su tarea como alcalde de Agüimes donde la planificación municipal, los equipamientos y la política cultural e identitaria estuvo presente en la cotidianeidad de sus años con la vara de mando.

¿Cómo frenar a la extrema derecha que inunda, si puede, y distorsiona los medios de comunicación? Esta es una de las inquietudes permanentes de Morales. Y no es fácil la respuesta cuando vemos en Madrid que Pedro Sánchez atraviesa días delicados que ha abocado a una especie de interinidad hasta el lunes. Morales puede ponerse en su pellejo, es un decir, en cuanto que la ultraderecha contamina el espacio público si no es cercada democráticamente. Con el ministro Ángel Víctor Torres mantiene una relación estrecha. Ambos gobernaron el Cabildo de Gran Canaria entre 2015 y 2019. Y asombra cómo desde entonces, que fue prácticamente ayer, ha cambiado todo.

La inestabilidad que azuza a la política es creciente. En esas aguas procelosas del fanatismo y la polarización sociológica, queda tan solo la rectitud de la persona honesta. Antonio Morales sigue en su quehacer en aras de consolidar la ‘ecoisla’ de indudable acento canario. Nadie se atreve a toserle desde otras instituciones pues es sabido que tiende a la defensa numantina de Gran Canaria y a una visión del archipiélago tolerante y amante del autogobierno. Estas son sus coordenadas. No fallan. Son reconocibles desde lejos. Y por eso tiene el respaldo del pueblo. De aquí a 2027 seguirá proyectando su visión pública y del bienestar colectivo de Gran Canaria. Con dedicación diaria, con la tenacidad que arroja la convicción arraigada en la madurez del tiempo.