
El reciente incendio de la Casa Condal de Jinámar o Casa de la Condesa como es conocida coloquialmente es un nuevo capítulo de un abandono ininterrumpido por parte del consistorio municipal del M.I. Ayuntamiento de Telde. Es una demostración más del total estado de abandono y desidia política que, aunque si bien es anterior a la conformación del actual grupo de gobierno, no exime de la responsabilidad para con el patrimonio histórico y cultural que posee el municipio.
Abandono que no se circunscribe al barrio de Jinámar, sino que podemos añadir varios casos más de total desprecio y situación de ruina absoluta que padece en materia de conservación varios de los sitios, monumentos y edificaciones históricas del mismo, pues en la propia ciudad de Telde podemos enumerar un millar de casos similares con un riesgo de desaparición inminente.
La situación es problemática dada la ausencia de una Comisión de Patrimonio Cultural que adolece el municipio y, en concreto la Concejalía de Cultura y Patrimonio Histórico que lidera don Juan Martel, es decir, un organismo dependiente de este que se encargue de renovar las cartas arqueológicas, de bienes municipales y de bienes de interés cultural, en algunos casos muy desactualizadas (desde 2011). Así mismo añadimos el caso de la célebre Noria de Jinámar, obra de ingeniería hidráulica de gran valor industrial y arquitectónico, que recientemente ha dado aviso del abandono de esta por parte de vecinos y agrupaciones. Mejor aún sería la cesión de la emblemática edificación para la constitución definitiva como museo del agua a cargo del Cabildo de Gran Canaria dado el abandono por parte del consistorio municipal.
Hemos de recordar que el municipio de Telde posee el tercer número de yacimientos arqueológico de la isla, además de un gran valor patrimonial arquitectónico y de obras de arte. Así como los propios conjuntos históricos de los barrios de San Juan, San Francisco y San Gregorio que deberían disponer de sus propios planes de conservación. La primera medida que se debería tomar ante esta situación es la de dar explicaciones tanto desde la propia alcaldía como de la Concejalía de Cultura acerca de los hechos ocurridos en el incendio de la Casa de la Condesa. La segunda medida es la de establecer, de una vez por todas, la convocatoria de una Comisión de Patrimonio Cultural conformada por técnicos especialistas en la materia. Y en tercer lugar realizar las acciones encaminadas a la protección, conservación y restauración del patrimonio municipal mediante la puesta en marcha de una renovación de cartas y fichas de catálogos de los bienes municipales para renovar los inventarios y ejecutar las restauraciones necesarias a fin de que el preciado patrimonio no caiga en el olvido y sea destruido en el proceso.
No olvidemos que los consistorios municipales de años anteriores, en fechas no tan lejanas, se jactaban de que harían acciones encaminadas a proteger el patrimonio que tiene el municipio. Considero y expreso que el compromiso no debe quedar en palabras, pues el refrán de que las palabras se las lleva el viento ha sido el lema hasta ahora. Sin duda, la cultura, los valores que aporta, la educación, el respecto al patrimonio y la sociedad en conjunto deberían ir de la mano. Aprendamos de otros municipios como Gáldar con su revalorización del patrimonio como principal atractivo turístico. Telde no tiene que envidiar a otros municipios sino buscar la forma de rehabilitar y difundir su rico patrimonio y su cultura, pero para ello hace falta voluntad y ganas de realizar un cambio. Por todo lo expresado anteriormente, considero que debe ser protegido, rehabilitado y renovado el patrimonio municipal como estrategia de atractivo turístico, como fuente de economía y como motor del municipio. Y, sobre todo, que casos de incendios de edificaciones emblemáticas no vuelvan a ocurrir, con el peligro que supone la quema de una parte de nuestra historia.
Isaac Mendizábal Rodríguez es historiador y autor del libro ‘Historia de Jinámar’.
Juan Manuel | Jueves, 25 de Abril de 2024 a las 12:32:58 horas
Suscribo las sensatas palabras del historiador. Añado: la Comisión de Patrimonio debe estar formada por especialistas, no por políticos y menos si son de Telde. Dicen que vivimos en una ciudad, pero creo que vivimos en una aldea, con todos los respetos para los que viven en esos lugares.
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