Clavijo, recula

Fernando Clavijo ha desperdiciado una bandera única para su segundo mandato: la defensa de Canarias frente al expansionismo de Marruecos. El líder de CC ha pegado un ‘volantazo’ y le ha comprado el marco del argumento al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Dice Clavijo que las maniobras militares de Marruecos son legales. ¿En aguas saharauis? ¿Está completamente seguro?

Puede ser. Por un momento, aceptemos pulpo como animal de compañía, como rezaba el anuncio publicitario de aquel juego de mesa llamado ‘Scattergories’. Y entonces Rabat se lo comunicó a Madrid, también démoslo por hecho. ¿Y? La política exterior está repleta de gestos legales que operan como avisos de presión. Y el deber de Clavijo es defender a toda Canarias, le hayan votado o no. El posicionamiento de Pedro Sánchez con Marruecos que, al parecer, ahora asume CC al pasar por alto el tránsito cercano de buques de guerra, por muy legal que pueda ser, es un riesgo para Canarias a medio y largo plazo. Y las islas son la pieza débil en esta tablero en el que lo que pase en el sur de Marruecos (no digamos ya en el Sáhara Occidental) les trae al pairo en la meseta.

El empresariado canario está preocupado con los movimientos de Mohamed VI. Desde que accedió al trono en 1999, seguramente este es el momento más delicado (de pura disyuntiva) que atraviesa las relaciones de Canarias con Marruecos; Madrid mediante y más impasible que nunca. A estas alturas, desconocemos qué ha ganado La Moncloa con el giro con respecto a las tierras saharauis (pendiente de descolonización) para contentar a Rabat. Todo sigue igual desde que descubrimos la carta que Sánchez le envió a Mohamed VI.

A Clavijo no le interesa este relato del ministro Albares. Tan solo, y puede ocurrir, que haya concluido que le favorece participar de algún modo de la operación ‘monclovita’ a cambio de abrir el escenario a un pacto en las islas con el PSOE en 2027. Si, llegado el caso, pintasen bastos en Madrid para los socialistas, ese acuerdo ‘coalicionero’ con Ángel Víctor Torres podría plasmarse. Para entonces, de confirmarse ese horizonte, una Vicepresidencia y tres consejerías (el menú habitual de la historia electoral en el archipiélago para el socio secundario) puede antojarse una salida decorosa tanto para Clavijo como para Torres. En cierta medida, a CC le conviene una mar en calma política e institucionalmente (de hecho, la hay en la calle Teobaldo Power santacrucera a diferencia del Congreso de los Diputados y el Senado) en aras de no cerrar vías gubernamentales para un tercer mandato. Y el lagunero sabe perfectamente que el cambio de Sánchez con respecto a Marruecos, es primordial para Ferraz. Tocaría conllevarse mutuamente en este negociado.