
La compra del hotel Iberia por parte de Lopesan advierte un cambio de tendencia. Hasta la fecha, Eustasio López y su equipo se había centrado en las zonas turísticas de Canarias. Sin embargo, ahora apuesta por los recintos urbanos. Incluso, lo hace con tanto retraso vital como grupo empresarial que previamente había preferido cruzar al otro lado del Atlántico para inyectar inversiones turísticas antes de fijarse en Las Palmas de Gran Canaria.
¿A qué responde este cambio? En la sociedad se ha consolidado ya, y no va a desparecer sin más, la certeza de que la riqueza que genera el turismo en Canarias no queda en nuestra tierra. Si aludimos al turismo, enseguida nos viene a la menta la típica imagen del sur de Gran Canaria o puntos de Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote. Estos eran los nichos históricos. Por el contrario, la globalización que ha conllevado la ausencia de intermediarios amén de internet y la pujanza de otros destinos, propician que lo que fue negocio antaño ya no lo sea tanto. O, dicho de otro modo, las ganancias cada vez menos permanecen en las islas. Los euros se van fuera a beneficio de unas élites extractivas (que desconocemos) que instrumentalizan Canarias para sus apetencias globalizadoras. De hecho, los fondos buitre acostumbran a adquirir las infraestructuras hoteleras a cambio de una suma de dinero, dejando la gestión a terceros o a los que ya estaban operando. Capitalismo de casino globalizador. La clase trabajadora canaria no se siente partícipe del reparto de la riqueza del monocultivo.
El hotel Iberia, ‘a priori’, es un desembolso estratégico. Está muy conectado, pegado a la avenida Marítima. Alrededor se ubican numerosas dependencias oficiales y tiene todos los provechos de encontrarse en la zona baja de la ciudad. Vamos, un caramelo. Tanto es así, que hasta cuando jugaba el Club Baloncesto Gran Canaria en el Centro Insular de los Deportes, en el hotel Iberia se hospedaba el equipo visitante. Sin duda, este complejo está entre los más emblemáticos de Las Palmas de Gran Canaria y puede ser el pistoletazo de salida de otra compras por parte de Eustasio López.
Con todo, quedémonos con el giro empresarial. Muy significativo. La noticia la adelantaba ayer ‘La Provincia’. Pero la profundidad y alcance va más allá del titular. Eustasio López y sus correligionarios observan que el negocio turístico es otro, está mutando. Y, sobre todo, lo más llamativo: que la sociedad canaria lo está cuestionando, y con razón, a son de su dimensión cuantitativa. Esta tierra tiene límites. Y, no siendo menos, las canarias y canarios tienen el derecho de beneficiarse económicamente del turismo en la proporción que merecen; una realidad que ha sido usurpada de un tiempo a esta parte.
Jorge Benito | Miércoles, 10 de Abril de 2024 a las 10:15:43 horas
Ahmm YO ni mi familia vivimos del turismo.
Aquí nadie come tuneras SALVO los que sin trabajar quieren pagas sociales para tatuajes, móviles de última generación, coche y los finde pal sur.
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