
El pasado lunes por la tarde Juan Fernando López Aguilar dio una conferencia acerca de Europa inmersa en un memorial que rinde honor a Jerónimo Saavedra, recientemente fallecido. Y más allá de la temática de marras, tan acuciante ante la inminente cita electoral en junio para el Europarlamento, la historia política en Canarias conecta el nombre de uno con el otro a 2007, el curso que fue, sin duda, el momento álgido del PSOE en las islas que, sin embargo, dejó un sabor agridulce.
López Aguilar venía de ser ministro de Justicia, siendo una de las personas de máxima confianza de José Luis Rodríguez Zapatero. Saavedra quería ser el candidato a la Presidencia del Gobierno de Canarias pero José Blanco, secretario de Organización por aquel entonces, se propuso ir apartando de La Moncloa a aquella hornada de dirigentes que impulsaron a Zapatero en la renovación del PSOE a son del XXXV Congreso en el que venció a José Bono, referente ‘felipista’. Y en ese conjunto de cuadros afectados por Blanco con mando en plaza desde Ferraz estaba Jesús Caldera, Carme Chacón, Jordi Sevilla, López Aguilar... Unos resistieron más en Madrid que otros aunque, ciertamente, en el último tramo de Zapatero en el poder ya la ascendencia sobre La Moncloa la ostentaba Alfredo Pérez Rubalcaba. Solo así se explica que a medida que se acercaba las elecciones locales y autonómicas (y generales adelantadas) en 2011, Rubalcaba cogiera peso político ante Chacón y se disipase el aire fresco que había supuesto Zapatero desde el año 2000.
Al final, López Aguilar fue el cabeza de cartel a la Presidencia canaria y cosechó un gran resultado: 26 escaños sobre 60. Y Saavedra mayoría absoluta en el consistorio capitalino, vía supletoria que escogió para presentarse tras el mitin de Zapatero en el verano de 2006 en el Auditorio Alfredo Kraus en el que zanjó el problema de las candidaturas.
Al PSOE en 2007 le sobrevino el pacto de CC y PP y prosiguió en el desierto de la oposición. Hoy, cerrándose el acordeón del número de partidos en la Cámara isleña y, por tanto, constriñéndose la posibilidad de reeditar el Pacto de Las Flores de 2019, resurge el dilema dentro del PSOE en relación a ser acomodaticios o no ante CC. Volvemos a las andadas. CC sabe que, ajustando bien las piezas del poder, podrá estar otro mandato a partir de 2027.
Por su parte, López Aguilar aspira a ir en la plancha socialista al Parlamento Europeo. Tiene la consideración de Zapatero y Josep Borrell, con los que mantiene una relación estrecha. Es brillante, buen orador y catedrático de Derecho Constitucional. Le sobran credenciales para ir en puesto de salida. Esperemos que prime la inteligencia en vez de las rencillas y celos que suelen anidar en los aparatos a la hora de confeccionar las listas. Es un canario que sobresale.

























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