
Los residentes del número 10 de la calle Alejo Carpentier en Las Remudas, Telde, están viviendo una pesadilla constante. Obligados a encerrarse tras ventanas selladas, temiendo que los edificios cedan bajo la presión de las inundaciones de aguas fecales, y soportando el asalto continuo del mal olor, su calidad de vida se ha desplomado. Esta situación, que lleva semanas asolando el vecindario, es una angustia compartida por toda la urbanización, tal y como avanzó semanas atrás TELDEACTUALIDAD y que ahora se hace el periodico regional La Provincia.
Desde las primeras horas del día, una cuba de la empresa mixta Aguas de Telde ha estado extrayendo desechos del sótano del edificio, mientras los operarios luchan contra la fetidez de los gases fecales. La presidenta del bloque, Eva María Mendoza, relata que este tormento ha acosado a los vecinos desde que las viviendas se construyeron en 1978, con inundaciones periódicas que ahora amenazan con el colapso de los edificios.
Marcos Antonio Cabrera Gil, representante de los presidentes de todas las comunidades en la urbanización, confirma que el diseño de la red de alcantarillado afecta a todas las viviendas, con inundaciones que afectan a los sótanos y amenazan con la ruina estructural. Algunos residentes se ven obligados a elegir entre soportar los olores nauseabundos o enfrentarse a una invasión de ratas.
A pesar de intervenciones pasadas, como la realizada por Fomentas en 2012, el problema persiste. Las mejoras realizadas entonces no han sido suficientes para contener las inundaciones, que están erosionando los pilares y causando daños estructurales. Los residentes viven con el temor constante de que sus hogares se derrumben a su alrededor.
Las consecuencias físicas y emocionales son palpables. Los residentes sufren problemas de salud debido al olor y la humedad constantes. Algunos se ven obligados a abandonar sus hogares temporalmente para escapar del malestar. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por resolver la situación, se sienten abandonados por las autoridades locales y las empresas responsables.
Aguas de Telde, por su parte, señala que el problema radica en los bajantes particulares rotos de los edificios, lo que limita su capacidad de actuación. Aunque realizan reparaciones en la red exterior cuando es posible, la falta de acceso a los bajantes internos dificulta la solución del problema, precisa el gerente de la compañía mixta, Luis Rúa.
En resumen, los residentes de Las Remudas están atrapados en una pesadilla de inundaciones de aguas fecales, enfrentándose a una crisis que amenaza su seguridad y bienestar. Mientras tanto, las autoridades y las empresas implicadas parecen incapaces de proporcionar una solución definitiva a este problema que lleva décadas afectando a la comunidad.
Fernando | Martes, 19 de Marzo de 2024 a las 18:54:23 horas
Quién es este Sr. Marcos Antonio Cabrera Gil, y quien lo ha nombrado como "representante de los presidentes de todas las comunidades en la urbanización"?
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