Crisis en San Mateo

Hacía tiempo que las aguas barruntaban agitadas en la vega. Las especulaciones, las conversaciones a deshoras y las apetencias de cargos que hacían salivar los sueños se acrecentaban por cada semana que transcurría. Un ambiente arduo, espinoso e ingrato se respiraba ya en las esquinas y calles del municipio. Urbanismo, Obras Públicas, Vivienda… áreas y presupuestos a despojar y repartir tornaban como la ambición desmedida que apelaba a las bajas pasiones que anidan, a ratos, en la política.

Al alcalde, Alexis Ramos, no le quedaba otra. Le llegaban las noticias, el murmullo del vecindario, los aires de traiciones a perpetrarse en breve. Hacía falta un golpe de autoridad. Dejar claro que el ciclo de Asamblea de Vecinos de San Mateo (Avesan) en el poder no podía repetirse. Sin embargo, las quinielas apuntaban al deseo del PSOE de pegar un ‘volantazo’. ¿Era viable? ¿Es posible? Esto es lo que Alexis Ramos ha querido, cuando menos, detener por ahora. En este rincón de las medianías gobiernan Unión Veguera (UVE) y Alternativa por San Mateo (vinculada a Nueva Canarias). Con la salida del PSOE, el pacto queda en minoría: 5 ediles por los dos partidos en el equipo con mando en plaza ante los 13 concejales que componen el pleno en su totalidad.

Isabel Peñate (Alternativa por San Mateo/Nueva Canarias) es una abonada al principio de lealtad. Ajena a las componendas que corrompen las almas alrededor del regusto de las arcas públicas, no le gustan estos movimientos en la sombra. Ella y sus correligionarios han sufrido por años lo que significaba Avesan en el poder. Y no están, ni por asomo, por insuflar duendes del pasado.

San Mateo fue un punto de referencia para CC en una isla donde su presencia es minoritaria. Gran Canaria se le resiste a CC. Y tenían en San Mateo con el anterior regidor, Antonio Ortega, un socio cómplice en el que anclarse junto a Mogán. Por eso la necesidad de CC de contar con Ciuca a toda costa en Telde y amarrar, ya del todo, a Onalia Bueno en las latitudes  moganeras del sur.

Entre Santa Brígida y Tejeda, se cuecen ahora las puñaladas políticas. El primer interesado en que la gente de Antonio Ortega retomase el despacho de la Alcaldía fruto del hambre de autoridad, es CC de cara a 2027. Y en esta operación el PSOE es socio imprescindible. Se puede señalar como un mero caso local distanciado de las grandes coordenadas de la política canaria o, sin embargo, con el instinto de la agudeza de los tableros de ajedrez, detectar en San Mateo un episodio más de aquellos del verano de 2019 en el que un sector del PSOE, por un lado, pretendió arrinconar a Nueva Canarias en sus feudos y, por el otro, hacerse valer frente al reencuentro, de un modo u otro, con CC. El paso del calendario dirá el alcance del trance que vive San Mateo. El primer edil, Alexis Ramos, no está por dejar pasar ni una. Las espadas están en alto.