
Situado en la Plaza de San Juan de Telde, justo enfrente de la entrada principal del edificio que hoy alberga la sociedad recreativa cultural más antigua del municipio de Telde, El Casino La Unión. La obra es una escultura de bulto redondo o exento, concretamente un busto, cuyo material de ejecución es el bronce y su técnica de elaboración ha sido la fundición.
El personaje representado lleva como indumentaria: camisa, chaleco y lo que se supone una chaqueta; su representación en general, aunque resulte algo estática debido a la verticalidad del mismo y el punto de vista frontal con que fue ejecutado, se ve muy compensado por el enorme realismo y la fuerza enérgica que muestra la representación de su rostro.
El tratamiento de su indumentaria resulta algo geométrica y contrasta con la cabeza de rasgos muy definidos: ojos algo hundidos, nariz pronunciada, desarrollo del vello facial y pronunciado bigote, que junto a su ceño algo fruncido, ayudan a crear un inusitado claroscurismo y carácter al personaje representado. La obra se halla firmada y fechada a la altura de los hombros.
La obra arranca de un pedestal en cantería, que a su vez sirve de apoyo para una nueva base en bronce que asemeja a un tronco de pirámide invertida pero muy biselada en su parte central, para luego acceder a un arranque semicircular que formará el resto de la imagen. En el pedestal de cantería y en su parte frontal y más alta, aparecen en hueco relieve las fechas de nacimiento y muerte del personaje representado, esto es 1842 y 1918.
En la parte central un escudo en alto relieve y en la parte inferior se hace alusión al homenaje que la Provincia de Las Palmas rinde a Don Fernando León y Castillo, en hueco relieve, que concluye de una manera mucho menos resaltada, con la fecha en la que tuvo lugar el referido homenaje, es decir 30-XI-1964, tal como aparece representado. En un lateral del pedestal de cantería y en su parte inferior, volvemos a encontrar más información epigráfica en hueco relieve: "Donación de la Excma sra doña Margarita Pastor Vda. de León y Castillo II Marquesa de Muni”. Precisamente, fue esta última, la que donó el busto que tenía en su casa madrileña (1). La prensa del momento no pasó desapercibida al acontecimiento y así, lo recoge el Diario de Las Palmas el día siguiente a su inauguración:
“Ayer tarde se celebró en la ciudad de Telde la conmemoración del 122 aniversario del nacimiento de don Fernando León y Castillo, marqués del Muni. Los actos estuvieron presididos por el Gobernador Civil, presidente del Cabildo Insular, la viuda del segundo marqués del Muni, doña Margarita Pastor de León y Castillo; presidente de la Audiencia Territorial, alcalde de Las Palmas, representantes de los tres ejércitos, corporación insular en pleno, corporación municipal de Telde y otras representaciones” (2).
Nos detendremos a continuación en la biografía del personaje, concretamente con palabras de otro teldense ilustre: Don Pedro Hernández Benítez:
“Fernando Andrés Jesús de los Dolores, hijo legítimo de son José de León y Falcón, nació en la calle de esta ciudad que hoy lleva su nombre (anteriormente era la calle Real), el 30 de noviembre de 1.842. De una sagacidad política extraordinaria, llegó a ocupar relevantes puestos y dedicó toda su influencia al servicio de nuestra isla. Fue por dos veces consejero de la Corona y hábil parlamentario, puso muy en alto el nombre de su tierra natal. Fue embajador de nuestra patria en París. Por sus eminentes servicios se le otorgó el título de Marqués del Muni y se le concedió la condecoración del Toisón de Oro, único canario que ha obtenido tal tan alta distinción. Falleció en Biarritz en el año de 1.918; nuestra isla agradecida le ha levantado una estatua hoy en el Paseo de Chil, y le ha dedicado calles en casi todos los pueblos. Sus restos fueron trasladados a nuestra capital y descansan en un mausoleo en nuestra catedral” (3).
Como se desprende del extracto anterior, la escultura a la que hace referencia, se halla ubicada en Las Palmas de Gran Canaria; grupo escultórico en bronce, inaugurado en 1928, obra de Mariano Benlliure que fue finalizada en 1926, situado en el Parque de Doramas, con toda la problemática que conllevó(4). Por lo tanto, el Cronista de la Ciudad en aquellos momentos no hace referencia a la obra que hoy contemplamos en la Plaza de San Juan de Telde, razón evidente, pues el libro, del cual hemos hecho referencia, fue editado en 1.958 y el homenaje en Telde se hizo en 1964.
Pero profundicemos un poco más y veamos, qué nos dice uno de sus grandes biógrafos Agustín Millares:
Fernando León y Castillo nació en Telde en 1842; cursó estudios en el Colegio de San Agustín de Las Palmas de Gran Canaria. Luego hizo los estudios de Derecho en la Universidad de Madrid. Desde su época de estudiante, fue un ávido lector, deseoso de ampliar conocimientos y ello, lo vinculó a su trabajo en las columnas de El Imparcial pero más que su labor periodística destacó en su poder en la oratoria, donde manifestó sus excepcionales cualidades. De ahí que en las elecciones de 1.842, obtuviera la representación en Cortes del distrito grancanario de Guía. La carrera política fue breve, fecunda y brillante. Cuando contaba con 27 años de edad, fue nombrado Gobernador Civil de Granada, luego el Gobierno lo puso al frente del Gobierno Civil de Valencia. Fue subsecretario de Ultramar y en 1881, ministro de este departamento en el Gobierno presidido por Sagasta. Desde su puesto en el Gobierno, pudo apoyar las aspiraciones para la construcción del Puerto de la Luz, que ya defendiera años atrás. El proyecto del Puerto salió adelante y en 1883 comenzó a construirse. Como ministro de Ultramar llevó a cabo reformas en las colonias que se mantenían bajo el dominio español: Cuba y Filipinas. Luego Ministro de la Gobernación donde consagró su atención a las cuestiones sociales, creando el Asilo de Inválidos del Trabajo (5). El día 12 de noviembre de 1887 un Real Decreto de la Reina Regente lo designaba como embajador de España en París. Es la primera vez que iba a desempeñar una misión diplomática, aunque no la última, dado que durante tres mandatos más, León y Castillo se instalará en el Bulevar de Courcelles con el mismo rango que en la primera ocasión (6). Murió en Biarritz en 1918 y la casa natal de Telde, se ha dedicado a un museo que lleva su nombre.
Su última voluntad fue que sus restos mortales descansaran en la tierra que le vio nacer, entre sus familiares y paisanos. En la lápida de su mausoleo podía leerse
: “Tengo que pedir a Gran Canaria un último favor: Que acoja en su seno mis restos; deseo para ellos el reposo eterno entre mi familia y mis paisanos en aquella tierra en que nací” (9). Y continuaba: “Deseo además, si ella no dispone otra cosa, que los restos mortales de mi mujer, compañera inseparable y consuelo constante de mi vida, no se separen de los míos después de la muerte”. Este último deseo no cumplido, del hombre que dijo: “Si servir a Canarias como yo lo he hecho es caciquismo ¿en qué consiste el patriotismo?” (7).
Para concluir debemos indicar que la obra analizada fue realizada por la escultora Eloisa Bloch, y supuso la primera obra escultórica realizada por una mujer para Telde y el busto más antiguo del siglo XX.
Notas:
- QUESADA ACOSTA, A.M.: La escultura conmemorativa en Gran Canaria(1820-1994). Las Palmas de Gran Canaria, 1996, p.177.
- ”Conmemoración del CXXII aniversario del nacimiento de León y Castillo”. Diario de Las Palmas, 1-12-1964,p.8.
- HERNANDEZ BENITEZ, P.: Telde (sus valores arqueológicos, históricos artísticos y religiosos). Las Palmas de Gran Canaria, 1958, p.246.
- QUESADA ACOSTA, A.M.: op. cit., pp.96-107.
- MILLARES TORRES, A.: Biografías de Canarios Célebres. Las Palmas de Gran Canaria, 1982,t.II, pp.280-282.
- MORALES LEZCANO, V.: León y Castillo, Embajador(1887-1918). Un estudio sobre la política exterior de España.Telde. 1998,pp. 44 y 203.
- CAZORLA LEÓN, S.: Historia de la Catedral de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria, 1992, p.138.
- Fragmentos de palabras literales recogidas en un artículo que recomendamos por su claridad expositiva y altamente significativo. Nos referimos a PAETOW, F.: “León y Castillo, un español desconocido” en la Revista Aguayro nº161, septiembre-octubre, 1985,pp.23-29.
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