
El PP retiene su feudo electoral histórico que es justo del que procede Alberto Núñez Feijóo. Y que, encima, dejó el poder allá para dar el salto a Madrid. Misión cumplida. Todo en orden. Y las especulaciones de que ante una pérdida de la mayoría absoluta Isabel Díaz Ayuso pudiese hacerle lo mismo que a Pablo Casado, se han esfumado por completo. En la próxima cita con las urnas, en Euskadi, no esperará gran cosa el cuartel general de Génova; pero este resultado en Galicia sí le permite afrontar las europeas en junio con garantías.
Y lo más importante, el escenario gallego le permite a Feijóo vencer a sus rivales directos estatales: se ha producido un batacazo del PSOE y la formación de Yolanda Díaz ni está ni se le espera en Galicia, que es precisamente su tierra. Esto es lo que más alegrará a Feijóo. Es decir, que Alfonso Rueda siga gobernando era la tarea inmediata pero si a esto se le añade el retroceso socialista y la nula aparición de Sumar en el Parlamento, el desenlace es redondo para el PP en Madrid. Es verdad que el PP ha perdido escaños con respecto a 2020, quedando en 40 actas, mas esto se olvidará en los siguientes días y lo que quedará son los titulares ante la opinión pública.
Por su parte, el BNG es el triunfador moral. Se queda con el mallot amarillo de la bancada de la izquierda y deja al PSOE muy lejos. Ana Pontón prosigue al alza: de 19 a 25 escaños. Ha sabido combinar un discurso identitario con lo social. Y eso en un panorama territorial donde resurge la plurinacionalidad es oro molido. Incluso, hasta los populares gallegos tienen que matizar las consignas que les llegan desde Madrid; solo así logra que Vox no represente nada.
A buen seguro, Pedro Sánchez tendrá unos próximos meses difíciles. En Euskadi solo puede aspirar a ser la muleta del PNV, y será testigo del aumento de EH Bildu (que va en consonancia con esta subida del BNG) para luego arrostrar unas elecciones europeas a circunscripción única de ámbito estatal donde Feijóo irá a por todas. La parada electoral que puede darle un respiro a Sánchez son las de Cataluña, aunque para esto hay que esperar a 2025 pues ERC pretende agotar la legislatura. En fin, Feijóo supera el trance y será en otoño cuando, al calor del debate de los Presupuestos, veremos cómo se recrudecerá la presión en el Congreso de los Diputados. Lo de la amnistía es tan solo el primer plato, aunque Feijóo también hubiese amnistiado o indultado. Galicia es del PP. Sin duda.
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