Justicia para Aminatou

La presión fue en aumento y no le quedó otra a Pedro Sánchez que rectificar. Se le amplia a Aminatou Haidar el permiso de residencia, que ostenta desde hace 16 años, y que recientemente el Ejecutivo central le había denegado la prórroga. Pudiendo ser este rechazo fruto de la presión de Marruecos que, no olivemos, ya se cobró una pieza política importante con la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación Arancha González Laya, que fue cesada en el verano de 2021 porque Rabat puso el grito en el cielo al conceder ayuda y estancia médica en el hospital de Logroño a Brahim Gali, líder del Frente Polisario y  presidente de la República Árabe Saharaui Democrática. Lo rocambolesco de aquel episodio es que Rabat se enteró de la estancia hospitalaria gracias a sus servicios secretos que operan en España (pensemos que la presencia de estos en Canarias debe ser intensa) y con el dislate de desenlace de que Brahim Gali es ciudadano español. Y, con todo, Sánchez cedió.

Aminatou Haidar protagonizó en 2009 una huelga de hambre en el Aeropuerto de Lanzarote que supuso un  quebradero de cabeza para el entonces titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Marruecos siempre ha tenido interés en dificultar la visualización de esta activista comprometida con su pueblo. Es toda una defensora de los derechos humanos, un ejemplo para muchos y una firme adalid del derecho de autodeterminación vía referéndum que le asiste al Sáhara Occidental, al amparo del Derecho Internacional. De hecho, es el último territorio de África pendiente de culminar su descolonización; España sigue siendo, ‘de iure’, la potencia administradora del territorio.

Retirarle el permiso de residencia a Aminatou Haidar era una canallada. Y es de celebrar que el Gobierno de coalición de izquierdas (PSOE y Sumar) haya rectificado. Bien pensando, negarle la extensión del mismo hubiese originado una oleada de protestas mayor que hubiera sido contraproducente para Marruecos y que a Pedro Sánchez le retendría entre la espada y la pared. Pero es triste que se haya tenido que batallar públicamente para deshacer el entuerto administrativo.

El Frente Polisario debe concentrar sus esfuerzos en dirigirse a los actuales socios parlamentarios del Gabinete de Sánchez. Yolanda Díaz ha demostrado públicamente su compromiso con la causa saharaui. Unidas Podemos, ERC, BNG, EH Bildu, PNV… también comparten este acto de justicia aún pendiente tras una retirada de España al calor de la agonía de la dictadura franquista, un rey ansioso por consolidar la Corona y el rol de Estados Unidos en la trastienda facilitando el deseo de Marruecos por la ocupación de lo que ahora llaman sus provincias del sur. Por todo aquello, tenemos esta hipoteca hoy todavía sin revolver.