Una vez más he tenido la oportunidad de visitar el Buque Escuela de la Armada Española Juan Sebastián Elcano, o de Elcano como figura en sus paneles y pasarelas de embarque, en la tarde del sábado 20, que después de haber estado fondeado en la bahía del Puerto de La Luz, atraca en el muelle del Arsenal, Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria, alzando sus mástiles y aparejo al desnudo, bella imagen en contraste con el diverso escenario portuario frente a los grandes cruceros que atracados en el Muelle de Santa Catalina y los Buques de Acción Marítima (BAM) de la Armada, nos envuelven en los contextos, evoluciones del desarrollo técnico y avances marineros de la historia secular de la España y sus dominios del mar.
El Juan Sebastián de Elcano, buque escuela de Guardias Marinas, bergantín-goleta, con una eslora de 113 metros y 13.2 de manga, de cuatro palos, mástiles desde la zona de la toldilla a popa, el palo de mesana con el nombre de Nautilus. En el alcázar, cubierta de botes, dos palos mayores, el Mayor Popel con el nombre de Asturias. En el combés, el palo Mayor Popel, Almansa y el trinquete con nombre de Blanca. Nombres de cuatro buques escuela que lo precedieron. Cuatro señas de identidad marinera con el bauprés a proa y mascarón dorado de la diosa Minerva, se elevan sobre el horizonte de océanos, mares y ríos que, desde casi los cien años próximos a cumplir y a toda vela, ofrecen una bellísima estampa en mar abierto o entrando en cualquier puerto de los numerosos recorridos por el mundo que en cruceros de instrucción y como representación de embajada flotante enorgullece y continua el gran relato histórico de nuestra Armada Española.
Programada la visita en jornadas de puertas abiertas, ante una larga cola de visitantes dispuestos a conocer nuestro buque insignia, se disponían a soportar la espera en una tarde fría con la inesperada salida de un hermoso arco iris sobre el Puerto y la descarga de un nubarrón que durante unos dos minutos nos empapó bien cubriendo la esplanada del arsenal de pequeños charcos en las que los mencionados mástiles reflejaban sus majestuosos perfiles. Ya sobre la cubierta y con las medidas de seguridad y acotados algunos espacios, a la entrada se nos facilitó un díptico informativo sobre la historia, aparejo y características del barco editado por la Armada Española.
El buque en su 96 crucero de instrucción procedente de Cádiz y después de haber sido sometido a una intensa revisión y transformación de sus dependencias, al mando del capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo, oficiales, suboficiales y 82 guardiamarinas que realizan sus planes de estudios, permanecerá en el arsenal hasta el martes en que continuará su periplo de instrucción con rumbo a Fortaleza (Brasil), Santo Domingo (República Dominicana), Canal de Panamá, Manzanillo (México), San Diego (EEUU), regreso por el Canal de Panamá, Balboa (Panamá), Nueva Orleans (EEUU), Boston (EEUU), Londres (Reino Unido) y destino final en Marín (Pontevedra, España), para retornar a Cádiz el próximo mes de julio.
Una interesante historia la de este buque escuela que se remonta desde su botadura el 5 de marzo de 1927, después de un periodo de prueba, su primer crucero de instrucción se realizó en 1928, dando la vuelta al mundo partiendo de Cádiz. Guardiamarinas destacados en cruceros de instrucción fueron en 1958 el rey Juan Carlos I, y su hijo el rey Felipe VI en 1987, y en el 2025 la presencia a bordo en su formación como guardiamarina de la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón.
Con la memoria de las estancias en sus escalas del buque escuela en Gran Canaria una de las que revistió especial significado fue en noviembre de 2019 la realizada durante la conmemoración del V Centenario de la primera vuelta al mundo, gesta realizada por dos grandes navegantes, el portugués nacido en Oporto, Fernando de Magallanes y el español natural de Guetaria (Guipúzcoa), Juan Sebastián Elcano, por los hechos ocurridos durante los tres largos años de navegación alrededor del mundo, 1519-1522.
Ante la celebración de esta efeméride en su V Centenario y desde Las Palmas de Gran Canaria, uno de los actos institucionales del programa fue la inauguración de la escultura obra del artista residente en Telde, Máximo Riol Cimas, y placa conmemorativa que recuerda la gran hazaña de circunnavegar el globo terráqueo en los comienzos del siglo XVI, no exenta de peligrosas experiencias y avatares personales, condicionamientos climatológicos, geográficos y relaciones humanas con pueblos y gentes habitantes de las nuevas tierras por descubrir, el reto que suponía en aquel contexto histórico, económico y social, de buscar rutas para alcanzar territorios nuevos, que ya con el descubrimiento del Nuevo Mundo y las posibilidades demostradas de navegación por mares desconocidos, se ampliaban conocimientos y motivos comerciales a través de las nuevas rutas marítimas descubiertas. La escultura homenaje al V Centenario se ubica actualmente sobre la rotonda del acceso Joaquín Blanco Torrent en el Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria.
De la misma forma el escultor entrega al comandante del buque escuela, una réplica a escala de la pieza original y como en su día expresó Máximo Riol: “en las posibilidades de que fuera otros 500 años por los mares de nuestro mundo en compañía de la Virgen del Carmen”. La escultura en su interpretación artística consiste en una vela canaria, un meridiano y un paralelo sobre el que se esculpe el lema “Primus Circumdedisti Me”, (Fuiste el primero en circunnavegarme), leyenda en latín que encabeza el escudo de armas otorgado en 1523 por el rey Carlos I de España a Juan Sebastián Elcano (Guetaria, España 1486-Océano Pacífico 1526).
Ya en el buque escuela en 1933 se coloca en el mamparo de proa de la toldilla la placa con la inscripción latina “Tu Primus Circumdedisti Me” que rememora el escudo y lema que el rey Carlos I de España otorgó a la familia de Elcano. Y en el puente de gobierno sobre una metopa figura la imagen en bronce de La Virgen del Carmen.
Siempre interesante por la experiencia de respirar, sentir, acariciar y compartir el espíritu marinero sobre este centenario buque escuela, de los que en sus relatos nos hacen soñar con el viaje nunca realizado, con el puerto de salida y el de arribada, con la imagen de las velas desplegadas sobre un mar en calma en el que la travesía nos permita mirar el cielo al que se elevan los mástiles y, al horizonte a proa del buque, quizás oteando nuevas tierras, experiencias y retos, preparándonos y superando temporales, como así es el viaje de la propia vida.
En el mejor deseo de que sobre el bergantín-goleta, Juan Sebastián de Elcano y cada uno de los componentes de su dotación humana, hombres y mujeres continúen con ilusión escribiendo la gran historia marinera de la escuela de navegantes, el orgullo de la Armada Española, la Embajada flotante de España por el mundo, el Juan Sebastián de Elcano. El agradecimiento por la excelente disposición en la información durante la visita del personal a bordo. Suerte y felices rumbos. Gracias.








































































Cayetano Romero Blanco | Martes, 23 de Enero de 2024 a las 12:41:46 horas
Increíble buque Escuela con mucha historia merece la pena visitarlo.
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