Un alcalde honesto

Era cuestión de tiempo que alguien realizara alguna acción torticera en la vía judicial como cortapisa u ocurrencia para tratar de arrinconar a Francisco García. Y es en esto donde se ha metido La Fortaleza, organización hoy en la bancada de la oposición y que, en el fondo, siempre pretendió acabar con Nueva Canarias, estructura que conocen a la perfección los de La Fortaleza por haber militado antes ahí. El actual alcalde de Santa Lucía de Tirajana, lo es desde 2021, ha recuperado el tablero político acostumbrado del municipio del sureste; cortando las expectativas de todos aquellos que se confabularon para ir contra Nueva Canarias, justo en su feudo electoral, en la tierra y rincones donde nació la tradición política de la izquierda canaria entre aparceros y tomateros.

Y es que Francisco García encarna precisamente las esencias históricas de Nueva Canarias en Las Tirajanas. A saber, el regidor procede del mismo casco histórico (allí donde se concita todos los años el pueblo canario en la romería de Los Labradores y se expone al público el aceite de la colindante Temisas y las hermosas cajas de naranjas de la zona que roban el aliento), hizo de monaguillo en su periodo de mozo imberbe (lo que enraíza con los cristianos de base que conformaron Asamblea de Vecinos, Asamblea Canaria, ICAN…) y empezó en la tarea municipal de la mano de Camilo Sánchez, mano derecha de Carmelo Ramírez. De hecho, cuando Camilo lo citó una tarde en su despacho, el entonces alcalde, sabedor de que no le quedaba mucho de vida, le vino a decir a Francisco García que nunca había ganado en el casco del municipio a pesar de su mayoría absoluta de 1995 y quería que él se ocupara de cumplir ese sueño en 1999. Huelga decir que acometió la faena a la perfección y Camilo Sánchez conquistó otra holgada victoria, también en el barranco de Tirajana.

No hace falta compartir demasiados cafés con Francisco García para detectar pronto su nobleza. Se refleja en su rostro. Por eso es querido, por eso ha remontado el vuelo de Nueva Canarias en el municipio tras el traspiés de 2019. Y lo que ahora le ha pasado, tener que ir a declarar a los juzgados de San Bartolomé de Tirajana, nos recuerda que el propio Silverio Matos pasó por un viacrucis judicial que luego quedó en nada.

En 2023 Nueva Canarias aumentó en votos (de 6.388 a 8.207, del 23,78% al 30%) y obtuvo 2 ediles más, pasó de 7 a 9. Se veía venir cuando abarrotó en su presentación de la candidatura el terrero de lucha de Balos y después el Teatro Víctor Jara. Algo que La Fortaleza, ya sin negociados que gestionar a su alrededor, no ha digerido. Y emprenden una intentona judicial que salpique al primer edil, aunque se le revirará más temprano que tarde. Su honestidad relucirá. Y saldrá reforzado; en política lo que no mata, te hace más fuerte. Hay alcalde para un largo rato.