A la deriva. En Galicia no habrá forma de que tanto Sumar como Podemos logren escaños por separado. Es el pronóstico que se atisba a un mes y poco de la cita con las urnas. El BNG será la gran triunfadora de la noche, con independencia de que el PP logre o no la mayoría absoluta. Las izquierdas territoriales (EH Bildu, BNG…) se consolidan en detrimento de la izquierda a la izquierda del PSOE de cuño estatal. Y el pronóstico gallego, a este paso, a brocha gorda, puede trasladarse a las Cortes Generales cuando llegue el momento procesal oportuno. Lo que ocurre es que de aquí a entonces se quiere pensar que estemos ante un verdadero tiempo de negociación dirigido a reconducir la retahíla de divisiones que suma la izquierda en España.
Algo que, a corto plazo, beneficia al PSOE (arropa más votos) pero q
ue incluso le roba a Pedro Sánchez la oportunidad de gobernar. Dicho de otra manera, si la ruptura entre Sumar y Unidas Podemos hubiese acontecido antes de las elecciones generales del verano pasado, Alberto Núñez Feijóo sería presidente del Gobierno hoy.
No hay forma de entender la pugna entre Yolanda Díaz e Irene Montero. Es tan rara que debe esconder claves múltiples que se le escapa a la opinión pública. Los comicios europeos en junio sentenciarán qué alcance tiene Sumar y Unidas Podemos yendo por separado. Quién de los dos tiene más peso para lo que venga después. O que no lo tenga ninguno.
La izquierda siempre sujeta a las divisiones. En 1937, en plena Guerra Civil, en Barcelona se pegaban tiros los comunistas y fuerzas del orden público por un lado y anarquistas y trotskistas por el otro. Franco tuvo que reírse a carcajada limpia mientras los espías suyos enviaban la información al lado golpista. La división trabaja para el patrón, como se corea en las huelgas.
Pero más allá del conflicto de poder concreto entre la líder de Sumar e Irene Montero, resulta más interesante asimilar cómo un espacio de raíz popular, procedente de las calles y plazas públicas, que emergió al calor del 15M, en el presente se ha disgregado visualizando valores y discursos ya no compartidos. Y todo esto en muy pocos años. En 2015 y 2016, el otro día, Pablo Iglesias amenazaba al PSOE con el ‘sorpasso’. Y estuvo a escasos cientos de miles de votos de alcanzar el objetivo. El 18F en Galicia el BNG puede tener un buen resultado. Otra cosa es que sea suficiente para arrebatarle el poder al PP.























Juan | Domingo, 31 de Diciembre de 2023 a las 11:15:05 horas
Estimado Rafael. Las claves están en las constantes puñaladas de una egocéntrica Yolanda Díaz cuyo único objetivo ha sido, seguro que a instancia de otros, "intentar" eliminar a Podemos del panorama político, tarea que no ha logrado porque la militancia de Podemos se muestra muy fiel. No tenemos más que ver los resultados de la consulta que hicieron a sus inscritos en Galicia. El resultado de esta consulta no es más que el hastío al que ha sido sometido el votante de Podemos por parte de Sumar, vetando todo lo que ha podido y más, incluso pidiendo el voto en Valencia para otro partido fuera de la coalición con la representante de Podemos al lado.
Lo que pasó con Podemos, y usted lo tiene claro porque por sus párrafos se vislumbra, es que todos los poderes fácticos de este país se aliaron para destruirlos cuando se convirtieron en la mayor fuerza política del país, y digo "mayor" porque con la escasa historia que tenía, con el poquísimo recorrido que habían hecho, alcanzaron unos resultados que ningún otro partido de esta España de cartón pluma ha logrado. Así que no venga haciéndose el extrañado porque usted sabe perfectamente cuales son las claves de la separación (sin posibilidad de reconciliación) entre ambos espacios políticos: uno pelea por los derechos de los ciudadanos, otro se somete a las directrices del PSOE.
Saludos y Feliz Año.
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