El gran adversario que tiene por delante el periodismo es la inteligencia artificial. Como todo, puede que esta traiga cosas positivas con el tiempo (está por ver) pero en el mientras tanto la amenaza de quiebra de originalidad y autoría de las diversas piezas periodísticas pueden quedar truncadas y, en última instancia, anular el sentido, viveza y deber del periodismo si este no quiere sucumbir ante la vigilancia ‘orwelliana’ del Gran Hermano cibernético.
Así las cosas, ‘The New York Times’ ha demandado a OpenAI y Microsoft por presunta violación de los derechos de autor en cuanto que se está entrenando la inteligencia artificial a costa del plagio sistemático e ilimitado de los contenidos del diario neoyorquino. No es, por tanto, una práctica delimitada o un experimento puntual. Estamos hablando de miles y miles de piezas copiadas con la finalidad de que le sirvan de ‘sparring’ a la inteligencia artificial. Es decir, estamos ante una nueva fase que supera la disputa de Facebook y demás redes sociales. Esto ya es la guerra total. Y, sobre todo, es una pugna ante un gigante desconocido cuyas dimensiones a saber hasta dónde llegan si no se le pone cotas: eso es la inteligencia artificial.
La Gran Recesión de 2008 y la digitalización abrieron una grieta en los medios de comunicación tradicionales, especialmente la prensa (soporte papel). El documental ‘Page One: un año en The New York Times’ (2011) narra las vicisitudes de la legendaria cabecera por aquel entonces. Le falta analizar, lógicamente, las consecuencias de la pandemia que vinieron casi una década después. Esta obra, más el libro de Gay Talese ‘El reino y el poder’, que aborda esta Redacción neoyorkina a mitad del siglo XX, son elementales para entender el periodismo y la importancia de este rotativo.
El periodismo hay que protegerlo. Los formatos podrán ser distintos. La reconversión es imparable. Pero ese axioma por el cual sin periodismo no hay democracia, es una realidad patente. Cómo hacer que un medio sea rentable y que disponga de libertad de prensa, ‘per se’ es un gran debate hoy por hoy; aunque en algún momento deberá vislumbrarse una solución. El hecho de que OpenAI y Microsoft invadan presuntamente la integridad de autoría del periódico es una señal evidente del poderío que tiene la comunicación. El poder de incitar debates, transformar ideas y establecer marcos discursivos lo tienen los diarios.
Olga Maria Rivero Santana | Sábado, 30 de Diciembre de 2023 a las 12:17:29 horas
Ya ésto, antes de la tan encumbrada Inteligencia Artificial (a la que temo más que lo que la admiro), la "manipulación", la falta de "libertad", de"independencia" y de "imparcialidad" en los medios de cominicación y la prensa en todos sus formatos, es evidente. Cuando uno lee, escucha o ve determinados artículos o programs, "detects si dudas algunas" las "corrientes" que los mueven. La labor fundamental que desempeñan, se queda a medias, "mutilada, con lo cual, no cumplen en conciencia con su deber de informar, denunciar y/o ser realmente los ojos y la voz del pueblo. Se convierten, muchos, en servidores del poder que esté o quiera estar en cada momento.
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