El nuevo equipo de gobierno de Telde está trasladando una buena parte de las actividades culturales, musicales y eventos (como el de la Feria de la Naranja) de la zona de San Juan a la de San Gregorio. Es una nota distintiva de Ciuca. Un cambio de tendencia decretado por el alcalde Juan Antonio Peña. Y en consonancia con el espíritu electoral que acuña Ciuca. El hecho en sí no es necesariamente malo, sí es significativo sociológicamente, pero el problema surge cuando nos detenemos en lo que representa San Juan (y, por ende, San Francisco) en la ciudad de los faycanes.
Si San Gregorio y alrededores dispone de más población, en principio s
ería así, no puede ‘per se’ anular lo que cualitativamente representa para el municipio San Juan. El casco histórico podrá tener menos población pero es justo el estandarte y pórtico de Telde. Todo lo que se hace ahí, redunda en el resto de Telde con mayor incidencia a medio y largo plazo. Si las decisiones se ciñen al criterio poblacional, todo parece indicar que San Juan tiene las de perder de cara a lo mandado desde las dependencias municipales de El Cubillo. No obstante, supondría un grave error proseguir en una deriva en la que en San Juan se baja el listón de las actividades y conciertos que acoge.
Además, a nadie se le esconde la pérdida de vida que padece San Juan desde el traslado de las oficinas municipales y otros entes. Dar un paseo por las tardes lo atestigua. Y, por las mañanas, el ajetreo de los juzgados atañe más bien a lo que conocemos en Telde por El Quinto (allá donde están los otrora edificios de viviendas del Ejército del Aire) e inmediaciones. En definitiva, desde hace tiempo San Juan ha perdido esa vidilla. Goza de tranquilidad, que también es un valor. Pero el bajón al atardecer en sus calles invita a repensar algunas cuestiones.
El modelo urbanístico de Telde, al margen de Los Llanos, ha volcado la actividad de los comercios y negocios a los centros comerciales junto a la autopista. Por tanto, la población de Telde coge el coche y gasta sus horas y dinero en estas latitudes de las catedrales de la sociedad de consumo. El urbanismo tiene mucho de ideología. Y se acarrean decisiones de antaño que nos ha llevado a esto: a la posible pérdida de identidad en el centro a favor de las galerías comerciales, transporte privado mediante. Todo el municipio merece dar cabida a los encuentros organizados, faltaría más, pero San Juan es para Telde algo más: un cuño que nada tiene que ver con el número de habitantes en la zona sino con el alma constitutiva y el patrimonio que vertebra a la sociedad teldense. No debe obviarse.
























Patricia López | Martes, 19 de Diciembre de 2023 a las 15:03:37 horas
Siendo partidaria de dar vida a San Juan por lo que representa, entiendo que más que siguiendo un criterio poblacional, sucumbe a un criterio comercial, y en ese caso es muy acertado dar vida a este sector aprovechando estos acontecimientos. Si bien es cierto que debería enfocarse San Juan en ese sentido, buscar la forma de abrir más locales y revitalizar esta zona que se está apagando. El peatonalizar zonas puede suponer un quebradero de cabeza para algunos vecinos pero un punto de arranque comercial. Nunca lloverá al gusto de todos pero si no hay comercios y terrazas , no podemos pedir que la gente vaya a los sitios a ver calles, portales y asfalto. Hay que abrir aparcamientos y facilitar el tránsito peatonal por los núcleos de los llanos y san juan, y abrir comercios y zonas lúdicas... Mientras nada de esto haya la gente irá a centros comerciales .
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