La versión inglesa de una boda celebrada en Telde

Una boda oficiada en la Basílica de San Juan y celebrada en la finca La Suerte Grande (El Cubillo), en la que contrajeron matrimonio el pasado 3 de noviembre la teldense Eva Ramírez y el inglés Cahal Naughton, residentes en Reino Unido, ha tenido eco en la famosa revista Vogue, en su versión inglesa, con una publicación en la que se visualiza el enlace de la pareja en el entorno del casco histórico de Telde.

El reportaje supone un espaldarazo y reconocimiento internacional para la finca La Suerte Gande y también para todo el equipo humano que hizo posible que el evento saliera a la perfección, un equipo conformado por la teldense Thais, de Mi Pequeña Boda, organizadora de la boda y celebración; los profesionales fotógrafos Pablo Varela (principal) y Miguel Arias; el catering Vintia, con instalaciones en El Goro (Telde);  la peluquera y maquilladora Patricia Viera; la floristería Ana Castellano; Papelería Idobodas; la entidad de menaje y mantelería Celebraciones PG y  la empresa Aexpro Dj Discotecas Moviles Canarias, encargada del sonido e iluminación.

Reportaje gráfico gentileza de Pablo Varela

“Estén Todos Juntos”: Cómo las últimas palabras de su abuela inspiraron la boda de esta novia en Gran Canaria

Por Rebeca Cope

A veces es muy fácil creer en el destino. Eva Ramírez y Cahal Naughton fueron las primeras citas de Hinge del otro durante el verano de 2020, mientras el mundo estaba dando sus primeros pasos tentativos para abrirse después del bloqueo. “Era un hermoso día de verano y Cahal llegó con un altavoz bluetooth y una bolsa llena de bocadillos”, recuerda Eva. “Terminamos en Primrose Hill escuchando música y bebiendo vino hasta las 2 de la madrugada, cuando me acompañó a casa. Es bastante divertido porque muchas de nuestras citas en esos primeros días las pasábamos simplemente pasando el rato en parques, un poco como adolescentes”.

Entonces, en lo que respecta a la propuesta de Cahal el día de Navidad de 2022, solo había un lugar que tenía sentido: Primrose Hill. “Es nuestro lugar especial y del que nos enamoramos”, comparte Eva. “Caminamos colina abajo y estábamos sentados en un banco cuando él se arrodilló; creo que estuve en estado de shock durante los primeros segundos. Cuando nos levantamos para marcharnos, notamos que había una placa en el banco que decía: 'La vida es buena'; parecía como si fuera el destino”.

También hubo otros momentos fortuitos para la pareja. A la hora de decidir dónde casarse, Eva tuvo muy claro que debía ser en Gran Canaria, donde ella nació y donde aún vive gran parte de su familia. “Mi abuela falleció hace más de 10 años, pero sus últimas palabras siempre resuenan en el fondo de mi mente. Eran 'estén todos juntos', que significa 'estar todos juntos'”, explica. “Cuando le dije a Cahal que veía esta boda como una oportunidad para reunir a todas nuestras familias, en la ciudad natal de mi abuela, para honrar sus palabras y sentirnos cerca de ella en nuestro día especial, él estaba tan seguro como yo. Le encantó la iglesia cuando visitamos juntos Telde por primera vez y el hecho de que sería acorde con la tradición irlandesa casarse en la ciudad natal de la novia”.

Para la boda en sí, la pareja sabía que no querían nada demasiado loco o lujoso, sino una representación honesta de ellos mismos. Diseñaron juntos la configuración de la mesa, el plano de asientos y el menú, así como un folleto que enviaron por WhatsApp a sus invitados la mañana de la boda. "Era un cartel de una noche de club con la lista de DJ y muchos guiños personales a nuestro amor", comparte. Su organizadora de bodas, Thais, sugirió Finca La Suerte Grande como lugar de la recepción, que se traduce como “la gran suerte”, otro guiño auspicioso.

Cuando llegó el momento de encontrar su vestido, Eva descubrió rápidamente que lo que tenía en mente no funcionaría. "Pensé que quería encaje de pies a cabeza, con mangas largas y espalda abierta, algo elaborado y romántico", explica. “Cuando me probé vestidos como ese los odié todos y cada uno de ellos. Ahogaron mi cuerpo, me hicieron sentir como si estuviera disfrazado y la tela gruesa me restringió. ¡Uno incluso me provocó un sarpullido! En cambio, se decidió por un sencillo vestido de seda con forma de sirena y finos tirantes finos, de la marca neozelandesa Lover's Society, que compró en The Lovely Bride en Fitzrovia. “Fue personalizado y diseñado por Grace Lane London, quien fue altamente recomendada por su querida amiga Danielle Copperman . Bajamos la parte superior del vestido para que mi escote y mi cuello parecieran un poco más largos (un truco fantástico que fue idea de Grace), y también bajamos un poco la espalda”.

Combinó su vestido con tacones altos de Sam Edelman con detalles de perlas, que combinaban perfectamente con sus aretes de perlas de CompletedWorks. También usó sus prendas cotidianas que nunca se quita, incluido un collar de oro que dice “tesoro”, que significa tesoro, el apodo que le dio su abuela. De hecho, muchas de sus joyas hicieron un guiño a su familia, incluidos aretes de diamantes y pulseras de su padre, una pulsera con el nombre de su hermana mayor y una pulsera de su prima Nalleli con el nombre de Eva.

En cuanto al velo, Eva había pensado en seguir el camino tradicional español, con una mantilla de encaje, pero no podía llevarlo con el pelo recogido en un moño, que era el plan. En su lugar, encontró un velo colorete largo hasta la catedral con un pequeño borde de encaje festoneado y detalles de lentejuelas y cuentas, que captaba la luz maravillosamente.

Inspirada por una lectura reciente de El mito de la belleza de Naomi Wolf , Eva se negó a sucumbir a la presión social para perder peso o tener el mejor cabello, uñas y piel de su vida. "No había dietas estrictas, limpieza con jugos ni entrenador personal", explica. "En lugar de eso, me inscribí en terapia, escribí un diario y dediqué tiempo a mis formas favoritas de movimiento, como Pilates y clases en BXR o 1Rebel, pero sin presión". Para su peinado y maquillaje, trabajó con la maquilladora local Patricia para lograr un look fresco y resplandeciente, con brillo alrededor de los ojos y un moño alto, que le pareció más juvenil.

Nunca hubo dudas sobre lo que usaría Cahal: un traje cruzado de Casely-Hayford Hendrix hecho a medida en verde pino (el diseñador Charlie es hermano de la amiga de Eva, Alice), con corbata azul marino, gemelos plateados y borla Solovair color burdeos. mocasines y, por supuesto, sus calcetines teñidos favoritos.

La ceremonia católica tuvo lugar el 3 de noviembre, con oraciones y lecturas bilingües, y la iglesia fue decorada con flores por su tía y su prima. Eva llegó a la iglesia con sus damas de honor, sus tres hermanas y dos primas, todas ellas vestidas con vestidos lenceros amarillos de OMNES, mientras que sus sobrinas se tomaron muy en serio su papel de floristas con bolsitas de confeti con sus iniciales. Su madre la acompañó hasta el altar mientras un cuarteto de cuerda tocaba “Good Days” de SZA. “Con la experiencia de Cahal como productor de radio, la música fue increíblemente importante para la boda”, explica Eva, “así que seleccionamos cada etapa, desde la ceremonia hasta la recepción, la cena y la fiesta. El mejor cumplido que recibimos después de la boda fue el de los invitados que nos dijeron que era la mejor música que habían escuchado en una boda: ¡misión cumplida!

Desde la iglesia, los invitados caminaban siete minutos a través de San Juan hasta el lugar de la recepción, que era una finca ecológica especializada en alimentos orgánicos, algo innegociable para Eva, que había trabajado anteriormente con las hermanas Hemsley . Los invitados comieron canapés españoles y bebieron cerveza, margaritas, cava y vino, con abanicos de madera pintados a mano por la tía de Eva para cualquiera que necesitara refrescarse. Otro elemento importante fue una mesa de homenaje, donde los novios homenajearon a quienes ya no pudieron estar con ellos. Eva también guardó su ramo para colocarlo en la tumba de su abuela al día siguiente, y en su lugar arrojó un ramo de dama de honor. “Para mí era importante realizar ese pequeño acto de homenaje para ella, porque sé cuánto le hubiera encantado todo lo relacionado con la boda”.

Para la fiesta, la amiga de Eva, Alice, la ayudó a hacer un cambio rápido de 10 minutos, que batió récords, y se puso un corsé y un ramillete hechos a medida por la diseñadora de alta costura Ellie Misner, que combinó con una minifalda de AJE (nuevamente modificada por Grace Lane London) y Mules plateados con diamantes de Charles & Keith. "Quería algo divertido con lo que pudiera bailar", explica. "Me encanta volver a usar cada elemento de ese segundo look".

Después de que Cahal calentó la pista de baile, Eva se unió a él para su primer baile, que fue “Loyal” de Partynextdoor, Drake y Bad Bunny – “no tradicional, pero muy 'nosotros'”, explica Eva. Los amigos de Cahal se turnaron en los decks, con sets de Tash LC, Mungo, Syymz y DJ Pitch. “Comenzamos con rellenos internacionales que cubrían nuestra herencia hispana e irlandesa, muchos afrobeats, un poco de country y western para la familia irlandesa, reggaetón (¡mi favorito!) y rap contemporáneo”, comparte Eva. “Una mezcla de reggaetón de “Nothing Compares 2 U” de Sinead O'Connor fue lo más destacado y “Gasolina” de Daddy Yankee tuvo a todos en la pista de baile”. Las cosas finalmente terminaron a las 2 de la madrugada, y los invitados permanecieron llenos de energía con paletas en forma de corazón, pizza y hamburguesas.

“No nos dimos cuenta en ese momento, pero mirando hacia atrás, celebrar una boda es una manera hermosa de celebrar a tu comunidad: las personas que te respaldarán y apoyarán durante toda tu vida matrimonial”, dice Eva. "Es una celebración no sólo de las dos personas que se van a casar".