Nos educaron con la premisa de que Henry Kissinger (1923-2023) era un gran estadista en la sombra, el diplomático refinado y maquiavélico capaz de controlar medio mundo a favor del inquilino del momento en la Casa Blanca. Y así fue. Lo que ocurre es que nos apabullaron con una visión yanqui de la Guerra Fría. En España porque en los ochenta entramos en la OTAN (aunque Felipe González viniese antes con la cantinela del “de entrada, no”) y en el franquismo porque el dictador encontró en Estados Unidos el respaldo necesario para permanecer en el poder por aquello de su anticomunismo.
Henry Kissinger ha muerto y lo que reluce son pasajes oscuros como la preparación por parte de la CIA del golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende en 1973. Sin los yanquis, Augusto Pinochet no hubiera triunfado al aniquilar una democracia y un Gobierno elegido por la ciudadanía.
En su película ‘Desaparecido’ (1982) Costa-Gavras nos muestra el producto cultural de la influencia y poder de Henry Kissinger. Ambientada en ese Chile, un padre de familia estadounidense viaja a Santiago de Chile en búsqueda de su hijo que ha desaparecido por los esbirros de la dictadura ‘pinochetista’. Las concentraciones en los estadios de presos políticos, torturas y fusilamientos están a la orden del día. El régimen arrasa todo lo que huela a izquierdismo y a Allende. Este hombre de negocios, interpretado por Jack Lemmon, pide ayuda a la embajada de los Estados Unidos desde la convicción de que su patria le auxiliará en la búsqueda porque para eso es una democracia ejemplar y él un contribuyente que cree en el universo de valores que le han vendido. Poco a poco, va cayendo en la desesperanza cuando no en la indignación al comprobar que Estados Unidos ha estado detrás de los preparativos del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Henry Kissinger murió hace unos días a la edad de 100 años. Ojalá hubiera empleado su inteligencia en causas por el bien común y el pacifismo. El conflicto entre Palestina e Israel lleva más de medio siglo, pervive y está enquistado. ¿Qué hizo Henry Kissinger por el pueblo palestino? La ocupación por parte de Israel de la vieja Palestina ha necesitado desde entonces el favor de numerosos discípulos de Henry Kissinger. Su origen judío, ¿le pesó? Ahora la franja de Gaza sigue siendo bombardeada y el pueblo palestino sufre un genocidio a manos de Israel. Y la mayoría de los gobiernos miran hacia otro lado. Es la herencia de la manera de concebir las relaciones internacionales por Kissinger.
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