Nada más conocerse que CC, finalmente, y a su pesar, respaldará al PSOE en Madrid, Manuel Domínguez defiende que el pacto en las islas entre su partido y CC goza de buena salud. Explicación no pedida, culpa manifiesta. Lo mejor que podría hacer el vicepresidente, de cara a sus intereses, es mantener un silencio al respecto. Sus alegatos en pos del entendimiento entre PP y CC, justo ahora, tendrían que haber salido de Fernando Clavijo y no del líder de los populares. Es como esas parejas que necesitan repetirse mil veces e hiperbólicamente que se quieren cuando, en realidad, es todo lo contrario y ya no quedan ni los rescoldos del amor de antaño.
Cuanto más salga públicamente Manuel Domínguez a proteger su pacto con CC, más débil será ante la opinión pública. Y es que el sí de CC a Pedro Sánchez a son de la sesión de investidura, da pie a posteriores apoyos al calor de los Presupuestos Generales del Estado y leyes claves. Y es aquí donde el PSOE podrá pedirle a CC, a cambio de las partidas presupuestarias que se tercien, que rompa con el PP en Canarias. De ahí, los nervios de Manuel Domínguez y que raudamente declare que no hay nada en peligro. El temor crece dentro de las filas del PP.
Además, el PP tiene un problema severo en Gran Canaria: ni está en el equipo de gobierno de la capital ni en el del Cabildo. Por perder, ha perdido hasta Santa Brígida, un feudo histórico que ostentaron en las medianías. Sin Gran Canaria, el PP nunca podrá disputarle la primera plaza a CC dentro de la bancada de la derecha. Con José Manuel Soria, ATI temió que esto pudiese ocurrir. Pero no es el caso en el presente.
Manuel Domínguez no puede dejar su futuro sometido a ser mera muleta política de CC en Tenerife. Y por ese mismo motivo irrumpe en la defensa de su dicha con Clavijo. Aunque el lagunero solo atendrá lógicamente a su conveniencia y el de sus siglas; ya echó a Patricia Hernández y a los consejeros socialistas en su día, y si tiene que volver a hacerlo con el PP, lo hará. Todo es negociable. Lo que se dice en los despachos de Madrid, se queda ahí. Y esto escapa del control de Manuel Domínguez.
Tal es así, que si Clavijo hubiera sabido que Sánchez gobernaría, no hubiera cerrado la alianza tan pronto con el PP en el archipiélago. Pero todos apostaban por un Gabinete entre Alberto Núñez Feijóo y la ultraderecha en La Moncloa. Una opción que se esfumó. Y el giro de guión para CC es tremendo.
CRAS | Domingo, 12 de Noviembre de 2023 a las 09:17:35 horas
Ya sabemos que CC se "arrima al mejor postor", pues no está mal si obtenemos mejoras significativas para "toda Canarias" no sólo para Tenerife.
Reza el dicho popular que "España es diferente" y yo diría que Canarias es mucho más diferente. La Ley electoral canarias es tan peculiar que al explicarla se te pone un sonrisa socarrona, pero al comprobar en el recuento de los votos se convierte en una tortura para los miembros de la mesa electoral, y no digamos para los resultados posteriores a la hora de formar gobierno. Difícilmente gobierna el partido que gana las elecciones y CC siempre de comparsa, con el PP como ahora o con el PSOE, como en otras ocasiones, pero siempre en el "machito" Además con un fuerte criterio insularista, ya adivinarán a favor de quienes.
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