Siguen los bombardeos de Israel sobre la población civil en la franja de Gaza. Camino del genocidio, de la limpieza étnica, los israelíes se olvidan de la masacre nazi contra ellos y permiten, espoleados por el sionismo, hacer lo propio con el pueblo palestino. Niñas y niños están muriendo por horas. Familias rotas. Dolor insoportable. Indescriptible el sufrimiento humano. Israel ha convertido Gaza en un auténtico campo de concentración y, desde luego, sin salida. Una ratonera.
¿De qué sirven las pausas humanitarias si luego continúan bombardeando? Eso si, de verdad, realizan las denominadas pausas, que tampoco está claro. Proliferan en internet los ataques de Israel contra los hospitales, instalaciones de la ONU, ambulancias y huida en carretera de los palestinos. Una ensalada diabólica estilada por aquellos que ordenan los genocidios. El sionismo va contra Palestina, sin tregua y sin dejar prisioneros. Quieren expulsar al pueblo palestino de su territorio histórico. Llevan décadas haciéndolo y no van a pararse ahora. De hecho, hasta algún cargo público israelí ha especulado con usar armas atómicas. Lo hizo, ni más ni menos, que un ministro de Benjamín Netanyahu.
Por su parte, la comunidad internacional se mantiene impasible. Salvo algunos países (especialmente de Suramérica) que ha llamado a consultas a su embajador en Israel o ha roto relaciones diplomáticas, el resto está en una espera cómplice. Particularmente grave es la inacción de la Unión Europea. El sueño comunitario se desvanece mientras se laminan los derechos humanos.
Esto genera mayor impotencia. ¿Para qué sirven entonces los políticos si no se atreven a condenar ni a realizar ningún movimiento que detenga a Israel? Es alarmante cómo están los estados limitándose a contemplar el genocidio creciente. El orden internacional gestado tras la Segunda Guerra Mundial se está desmoronando. Y esto lo pagaremos todos, antes o después. Hoy es el pueblo palestino la víctima, ya lo es desde hace tiempo, mañana serán otros los que sufran semejante ataque. Lo que vale para Ucrania no vale, al parecer, para Palestina. Una doble vara de medir hipócrita y que alienta la decepción de la opinión pública en las democracias.
En el caso de España, solo Yolanda Díaz y los socios periféricos vascos y catalanes pueden instar a Pedro Sánchez a adoptar medidas sin tibiezas. Desde La Moncloa, a efectos prácticos, no se está coordinando una respuesta diferente a la ofrecida por Ursula von der Leyen. La presidenta de la Comisión Europea le da alas a Benjamín Netanyahu. Y Estados Unidos veta todas las maniobras en el Consejo de Seguridad de la ONU en aras de respaldar a Israel. El genocidio persiste. Urge reaccionar.
Juan | Martes, 07 de Noviembre de 2023 a las 10:02:16 horas
Desde el primer minuto las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, han instado al presidente del gobierno a tomar partido sin lograr que Sánchez tome una posición clara al respecto. Lo único que se la oído decir es que va a convocar una conferencia de paz para dentro de 6 meses, cuando ya no quede ni rastro de Palestina ni de los palestinos.
Benjamin Netanyahu es un criminal y debe ser llevado ante el Tribunal Superior de Justicia Europeo por sus crímenes y junto a él a los ministros de su gobierno, aunque por los vídeos que circulan por redes sociales, también la ciudadanía de Israel debería ser condenada por alegrarse de las muertes de bebés (un terrorista menos para el futuro, afirman), por mofarse de los presos palestinos, por burlarse de la falta de agua, luz, comida y medicamentos en la franja de Gaza, por robar las propiedades, por condenar con cemento pozos de agua para que no puedan plantar, por destruir sus hospitales, escuelas, universidades, mezquitas, refugios, zonas residenciales...
Mientras Ursula von der Leyen visita Ucrania para darles su apoyo. Claro, son rubios de ojos azules, como ella. Es despreciable lo que están haciendo los principales dirigentes mundiales. No todos, pero la gran mayoría.
Parece que el pueblo de Israel no aprendió nada del holocausto nazi y ellos están practicando lo mismo. Tienen encerrados en un gueto del tamaño de La Gomera a 2 millones de personas de las que han matado a más de 10 mil de ellas, casi la mitad niñas y niños, ancianos y mujeres.
Espero que los israelitas paguen por los crímenes que están cometiendo.
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