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¡Pilita: mi ‘wayetiya’ del alma!

FRANCISCO JAVIER BURÓN MONÍS Sábado, 28 de Octubre de 2023 Tiempo de lectura: Actualizada Sábado, 28 de Octubre de 2023 a las 10:56:31 horas

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“El día que me vaya, dejaré de abrazar a los que quiero, no volveré a probar el té, ni a beber ‘selvesita’ (cervecita), ni a comer las cosas que más me gustan… Dejaré de contemplar los atardeceres, no volveré a escribir mis locas reflexiones, ni a leer esos libros que nutrieron mi alma. Un día, simplemente, todo habrá terminado y eso estará bien pues el simple hecho de haber pasado por aquí y saborear la vida habrá sidosuficiente. Un día que desconozco, este viaje se habrá terminado y de poco habrán servido mis miedos, mis errores o mis creencias, pero lo que sí habrá valido mucho serán mis abrazos, mis caricias, mi amor… Dios me ha dado más de lo que pude imaginar y para mí es más que suficiente para vivir agradecida el tiempo que me queda. Él me ha dado lo más preciado que tengo: ‘Mijita’ y la oportunidad de amar y saberme amada…. Gracias Dios por mi vida y por la vida en esta tierra. Y ya saben: recuérdenme siempre como he vivido”. ¡¡¡Con una sonrisa...!!! (Pilar Roldán)

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De esta manera tan sencilla, mi ‘wayetiya’ nos ha dicho adiós. Pilar Roldán, más conocida por medio mundo y también por la otra parte como ‘Pilita’, se ha marchado una parte de mi persona. Alguien muy especial con la que me ‘carteaba’, tanto por Facebook como por guassap, todos los días. Ella me contaba sus pesares y alegrías. Eran más las alegrías que esa dichosa enfermedad que soportó durante tantos años.

 

Pero la vida, un día se acaba. El ‘Buen Dios’ no la ha querido hacerla sufrir más y para vivir con escasa ‘calidad de vida’, lo mejor es plegar las alas y dejarte llevar por ese Dios al que tanto nombrabas, al que muy agradecida estabas. Eras ese tipo de mujer que fortaleza te sobraba, ánimos no te faltaban porque, a partir de los tuyos, tenías una ‘legión’ de corazones que velaban por tu persona, por tu ‘sonrisa’ y ‘amabilidad’.

 

La vida es ‘bella’ pero Pilita, tú has sido una mujer con una entereza que has llegado a miles de corazones por esa humildad y sencillez con tu forma de vivir. En ‘silencio’ has ido ‘padeciendo’ estos últimos años, con tu enfermedad sin tapujos: yo era, quizá, uno de aquellos amigos a los que le contabas esos entresijos y contratiempos que no se podían hacer públicos para que tus amistades no tuvieran que soportar lo que ya tú misma hacías. ¡Gracias por tu bondad, amabilidad y sensibilidad, la que me brindaste.

 

Fue este domingo pasado, 22 de octubre de 2023 cuando tu corazón se ‘apagó’, no pudo soportar por más tiempo y el Buen Dios hizo el resto: se ocupó de ti, mi pequeña ‘wayetiya’. Te elevó a las Alturas, al Cielo en donde te aguardaba un ‘paraíso’ (en el que tú creías, al menos así yo lo percibí). Allí te puede abrir una ventana Dios para que puedas seguir contemplándonos y viendo todo aquel que siga tu ‘lema de vida’: ¡la sonrisa! Pero, para nosotros, la vida sigue y tú ya estás en otra ‘órbita’, la celestial, la que te concede ese ‘ser perfecto’ que parece ser que nos creó y ahora moras con Él.

 

Para este pequeño homenaje hay que comenzar echando la vista, tan solo unos años atrás, cuando naciste en Las Palmas (creo recordar en una conversación que tuvimos), muy cerca del Parque de San Telmo. Y paso, directamente, a tu estancia en El Aaiún (Sáhara Occidental Española, en aquella época). Allí creciste, al igual que yo: no mucho, pero esa ‘campanilla’ lo tenía todo en la vida para triunfar. Trabajaste en TVE como administrativa (Madrid), un dato sin relevancia. Y seguimos en El Aaiún donde ‘forjaste’ tu pubertad, adolescencia hasta llegar a la juventud en la que todos tenemos ‘alteraciones’ que nuestro cuerpo experimenta, pero es la etapa más satisfactoria por dichos cambios que nos hacen llegar a ser adultos y ‘asentar’ nuestra personalidad.

 

Pilita, tu densa vida me hace dar un salto ‘cualitativo’ y meterme ya de lleno en tu vida familiar, con hermanos y demás. Creces, y tu edad te hace vestirte de ‘blanco’, inmaculado. ¡Una ‘belleza’ se despliega en derredor tuyo! Eres la que marca la pauta a seguir y en tu matrimonio y tú como mujer, quedas embarazada y nace ‘mijita’, la niña de tus ojos, la que te acompañará en tu peregrinar por este mundo. También la de ‘Argos’, un pastor alemán que hace poco también nos dijo adiós. ¡Menudo ‘cachorro’!

 

Se me van ‘agolpando’ los recuerdos pero sé que debo seguir pues te mereces todo cuanto se me ocurra y esté relacionado con mi ‘wayetiya’. La que era más ‘campanilla’ que otra cosa, pues revoloteabas y no parabas quieta en ninguna parte. Tuvimos la dicha de que nos acompañaras en la comunión de nuestra hija menor, Tatiana. Te llevamos al aeropuerto de Gando-Gran Canaria, en uno de esos viajes que realizabas a tu isla querida, como buena ‘canariona’: un par de fotos y ‘buen viaje’. Hasta el ‘otro’.

 

Pero ya estabas sumida en esa enfermedad (llamada ‘cáncer’, de boca) tan detestable y peligrosa que no tiene compasión con nadie. Muchos, gracias a Dios, pueden decir que la han superado pero otros, después de una denodada lucha con la vida, sucumben y nos dejan desamparados. Tú, Pilita, con todo tu esfuerzo y corazón, luchaste lo indecible, pero, cuando todo parecía que habías conseguido saltar el ‘bache’ y pensar en seguir con tu rutina y una vida sana, te sobrevino el ‘disgusto’ y a sabiendas que no tenía remedio tu drama, nos dejaste esa ‘hermosa’ carta que es pura ‘sensibilidad’. Quien la haya leído, habrá comprendido lo ‘grande’ que has sido en vida y hasta en ese ‘últimos adiós’ que nos regalaste como tú sabías hacerlo: escribiendo.

 

Mi querida ‘wayetiya’, tu tintineo, cual ‘Campanilla’ (la que revoloteaba en “Peter Pan”) traviesa cual mariposa, nos cautivó a todos. Te hiciste dueña de miles de almas y de corazones que hoy ‘suspiran’ por tu persona. El que esto escribe, y mira que me está costando, no he logrado todavía entrar en mí: sigo pensando que partiste de tu isla, Gran Canaria y has comenzado un viaje ‘sin retorno’. Un viaje en el que, antes de partir, nos dejaste tu ‘adiós’. ¡Y ahora son mis ‘lágrimas’ las que me emborronan la página en la que estoy tratando de despedirme de alguien muy importante en mi vida!

 

Pero debo terminar este pequeño ‘detalle’ que he querido tener con la persona que me ha estado saludando, todos los días, durante unos cuantos años: ¡buenos días, Javier! (a través del guassap). Y yo haciendo lo mismo cada día con el ‘wayetiya’ de inicio y deseándola un feliz domingo o cualquiera otro día. ¡Bonitos ‘despertares’!

 

Mencionar a Pilar Roldán (‘Pilita’) es decir sencillez, aplomo, sensibilidad exquisita, ‘vivir sin esperar’, valentía, serenidad, ‘paciencia’; cariño, mucho cariño. Sin dejarme atrás sus ‘besitos’ tan especiales’, sus abrazos que te quitaban ‘er sentío’. Y por encima de todo: su ‘sonrisa’, de la que tanto alardeaba. ¡Todo corazón y entrega a sus amigos!

 

Poco a poco voy rellenando el currículum de alguien que ha representado mucho en mi vida y, no con eso quiero apartar a tantos amigos/as que tenía, se cuentan por ‘miles’ y no exagero. Si me pusiera a escribir sus nombres, seguro que se me quedarían en el tintero ‘infinidad’ de ellos: de familiares, amigos, conocidos, allegados…, era un auténtico ‘terremoto’ conquistando el corazón de la gente. Si le preguntamos a los saharauis, seguro que nos hablan de una gran mujer ‘rubita’, muy ‘pizpireta’ y con una ‘sonrisa’ cautivadora. Mi ‘wayetiya’ lo tenía todo (si exceptuamos esa carencia de salud, contra la que luchó, si quería seguir disfrutando de la vida, de ‘su bonita vida’). Gozaba de libertad absoluta para ir de un lado para otro, de viajar a su isla ‘querida’ y de reunirse con amigas, amigos, y disfrutar, cómo no, de sus ‘selvesitas’, que eran (para ella) como el agua que nosotros bebemos todos cuando la sed nos lo solicita.

 

La ‘selvesita’ de Pilita, era como su ‘bálsamo’ que le insuflaba ese dinamismo con el que se desenvolvía en esta vida. Era, por así decirlo, su ‘pócima mágica’. ¡Sin excesos y con mucha serenidad hacía uso de ellas, con mucha ‘moderación’! Pilita, mi ‘wayetiya’ era un personaje con una personalidad ‘arrolladora’, en todos los sentidos. ¡De veras!

 

Pero debo remitirme a su sufrimiento en ‘silencio’, a pesar de que en secreto me contaba (como imagino a muchas personas más) su ‘malestar’, sus alegrías cuando las pruebas médicas le daban un resultado positivo. ¿Me tomó como su ‘paño de lágrimas’? Creo que no, al igual que a otra mucha gente. Lo hacía confidencialmente con nosotros: mi mujer, mis dos niñas y yo. Fotos en el aeropuerto, en la Cofradía de Pescadores: su ‘pescaíto fresco’ y hasta vino a la Comunión de nuestra hija Tatiana.

 

Mi ‘campanilla’, no paraba de sonar, de ‘brincar’, de alegrar al triste, de consolar a quien lo necesitara, aún cuando ella las estaba pasando ‘canutas’. Una pequeña mujer pero con un corazón a prueba de todo, y un alma (presumo) inmaculada con la que se manejaba como ‘pez en el agua’. Seguramente ese ‘alma’ está revoloteando por encima de nuestras cabezas y dándonos esos ‘consejos’ que, solo ella, sabía profesar.

 

¡Dios nos deja ‘huérfanos’ de corazón pero seguirá ‘viva’ cual estrella ‘Pilita’ en el cielo!

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