La costa de Telde y la Ley de Murphy

No estamos teniendo mucha suerte los ciudadanos de Telde con las decisiones de nuestros gobernantes locales en las obras de la costa teldense.

Para muestras la remodelación de la avenida de Melenara. El resultado que podemos ver es muy poco acogedor, seco e incómodo, sin árboles, donde se suprimieron las pérgolas de madera y las dos hermosas buganvillas, que daban sombra y colorido al lugar, para dar paso al hormigón, con enormes e incómodos escalones de cemento para sentarse, pero con la ausencia de sombra para cobijarse del sol abrasador, que este verano y otoño nos ha acompañado. Dicen que faltan dos fases por terminar, pero de momento es esto lo que tenemos los ciudadanos. ¿Por cuánto tiempo?

Otra muestra es el parque de las columnas, recién abierto también en Melenara, con características muy similares al equipamiento anterior, con un diseño en el que abunda el hormigón, pero carece de bancos que inviten a sentarse y árboles que le den color y vida. En su lugar han colocado gradas de cemento con pequeños respaldos de acero inoxidable. El resultado es que muy pocos usuarios se acercan a él.

Y como no hay dos sin tres, y como reza un postulado de la Ley de Morphy “Si algo puede salir mal, saldrá mal”

Ya que para rematar los desaciertos  de los equipamientos costeros nos anuncian la supresión de la rambla central de la calle Américo Vespucio, por cierto, la mejor que tiene toda la costa teldense.

Que necesita más atendimiento, sí. Más limpieza, también. La poda controlada de los árboles y el lavado de sus hojas, por supuesto. El control de la plaga de tórtolas, necesario y muy urgente. Pero de eso a suprimir la rambla y cortar los laureles me parece un soberano disparate.

Que hay que arreglar la acera de las casas de primera línea de playa, conforme, pero no a costa de suprimir la rambla que es el mejor equipamiento de la zona con diferencia.

Hablando de arreglar la acera de las casas de primera línea de playa, habría que comenzar por suprimir las rampas de acceso a los garajes que ocupan todo el ancho de la acera existente, algunas con vallas incluidas, que obligan a los transeúntes a bajar a la calle con el consabido peligro. Esa sería la primera actuación.

Y si hablamos de aceras, las de la Playa del Hombre, allí si que hay una verdadera necesidad de arreglarlas. O sin ir muy lejos, la avenida de la playa, desde Salinetas hasta la Garita, faltan de luminarias, baldosas, muros etc. Por no comentar los malos olores de la finca colindante.

Miren que no hay en Telde obras por hacer y equipamientos por arreglar. Muchísimos que no voy a enumerar aquí. Pero no, se han fijado en cargarse algo que está bien hecho, la rambla de la calle Américo Vespucio.

Sr. Alcalde, Telde ha votado claramente un cambio, pero que sea un cambio para mejorar la ciudad, para arreglar los problemas de la gran mayoría, que son muchos, y no para solucionar las incomodidades de unos pocos en detrimento de los demás y del medioambiente.