
La concentración del PP el pasado domingo fue ruido, solo ruido, la indigestión manifiesta de ser el más votado y, sin embargo, no poder gobernar. Pero no lo hará porque se lo impidan sin más sino por la sencilla razón de que las izquierdas y los nacionalismos periféricos suman más votos que el bloque de las derechas. De esto va el sistema parlamentario. Es sencillo. Y, por cierto, muy legítimo.
El PP tiene un enorme problema ya de calado estructural: la hipoteca de Vox. Necesita a Vox y, a la vez, de la mano de la extrema derecha no conseguirá alcanzar La Moncloa. Vox es el franquismo sociológico. Este estaba antes dentro del PP, cuando José María Aznar logró reunificar a todas las derechas en las siglas de la calle Génova. Vox es una escisión del PP. Pero los mismos cánticos que estimulan al electorado neofascista estaba presente en Madrid este domingo en diversos grupos de afines populares. Es lo que tiene venir de la casa común. En España aún no hay una democraciacristiana fortalecida e independiente. No estamos en Alemania. Allí se derrotó al nazismo en la Segunda Guerra Mundial. En España hubo que soportar una larga dictadura que fue, no siendo menos, condicionante decisivo de la Transición. El peso histórico nunca se evapora.
Alberto Núñez Feijóo sabe que sin Cataluña no podrá gobernar. Y esto comporta hablar del encaje catalán y de la reforma territorial. Es decir, de la plurinacionalidad. ¿Pero cómo va a hacerlo Feijóo si asume un partido que lleva décadas insuflando el anticatalanismo? La manifestación del domingo fue una prueba más de ese afán recentralizador que no entiende lo que sucede en las periferias. El PP está en un callejón sin salida. El 23J lo puso de manifiesto. Aunque las encuestas que manejaban, y que se equivocaron, hicieron creerle al PP otra cosa. Y es que una cosa son los sondeos y otra bien distinta es manejar los componentes sociopolíticos y el relato histórico. Todo va unido. No son elementos inescindibles.
Hoy comienza la sesión de investidura de Feijóo en el Congreso de los Diputados. No se espera sorpresas. La parte interesante será el cruce de declaraciones con el resto de grupos parlamentarios. En cuanto al discurso, Feijóo tratará de relegitimarse. Y esperará después a ver si hay una repetición electoral que ni siquiera interesa a Carles Puigdemont. Las cartas del PP son malas. Y no se repartirá otra vez la baraja.























Neptuno | Martes, 26 de Septiembre de 2023 a las 10:11:26 horas
Ésto de la amnistía no le gusta ni a los de las izquierdas, ni ami que soy de centro
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