¿Romper el pacto?

No ha empezado aún la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo y se da por amortizada. Hace días, si no semanas, que su protagonismo ha decaído a favor de los socios potenciales de Pedro Sánchez. Y este no es que tenga asegurado ser investido, costará lo suyo, está por ver, pero sí tiene opciones reales. Para empezar: al propio Carles Puigdemont le interesa tácticamente que Sánchez esté en La Moncloa, lograr la amnistía y que la legislatura eche a andar en aras de proseguir con posteriores negociaciones que estarán por venir.

A todas estas, el escaño de CC es importante aunque no determinante. Los de Junts son los que decantan la balanza. En Ferraz han tomado buena nota de que CC está con el PP y, en Madrid, apoyan a cambio a Feijóo. Esto es, si Fernando Clavijo se abre a negociar con el PSOE, antes o después (y de constituirse el segundo Gobierno de coalición de izquierdas en el poder central) tendrá el lagunero que deshojar la margarita y decidir si rompe o no con el PP en Canarias. De lo contrario, el grifo financiero se cerrará.

Sánchez valora a Ángel Víctor Torres. De hecho, el aruquense suena como ministro. Pero lo que es evidente es que Torres desea recuperar la Presidencia en 2027. Por tanto, Sánchez no piensa sacrificar a Torres para contentar a CC. Al contrario. La idea que sopesa el presidente del Gobierno en funciones es cómo seguir potenciando la imagen de Torres de aquí a la próxima cita electoral en las islas.

Los nervios en el PP del archipiélago están desatados. De hecho, el argumentario que propagan es que auguran una legislatura en Madrid corta, máximo dos años. En principio, tampoco sería así. Volvemos a Puigdemont: le conviene estirar el mandato de Sánchez; quizá, no los cuatro años en su totalidad pero sí una buena parte de la legislatura. Y esto hace peligrar la Vicepresidencia de Domínguez en las islas y el arrope de sus consejeros. Clavijo lo sabe: le tocará romper con el PP. Si elige seguir como está, y obviar lo que suceda en La Moncloa, es otra salida plausible a su disposición. Eso sí, conlleva el gran inconveniente de un aislamiento de CC que implica una factura a pagar tanto aquí como en la meseta. En CC tienen trienios más que suficientes para concluir que las elecciones generales del 23J no salieron como esperaban. Sus expectativas quedaron truncadas. Y si Sánchez es jefe del Ejecutivo, el tablero es otro. Y obliga a Clavijo a moverse.