
Paradójicamente, desde fuera se ven las cosas más claras. Basta tomar un poco de distancia para observar con perspectiva y comprobar, alejada del rebumbio que nos circunda, la situación en que ha quedado nuestra comunidad después de haber votado este jueves Coalición Canaria en contra de la investidura de la mesa del parlamento.
Canarias, una vez más, ha perdido la oportunidad de defender su proyecto nacionalista, si lo tuviera o tuviese, dentro de un gobierno de izquierdas. CC no ha querido o sabido llegar a un consenso como sí lo han hecho los partidos nacionalistas catalanes y vascos, quedándose aislada y alejada de los fundamentos básicos de los demás partidos nacionalistas.
Canarias con este voto y giro a la derecha, (podía al menos haberse abstenido y no lo ha hecho), ha preferido contentar a sus socios de gobierno y ha perdido la posibilidad de hacerse oír y llevar a la tabla de negociaciones los principales problemas que acucian a estas islas.
El presidente Clavijo, al que le llueven ahora las críticas por la mala gestión del fuego en la isla vecina, ha preferido apostar por el caballo perdedor, sin calibrar bien las consecuencias políticas que se deriven de este posicionamiento.
En cambio, los partidos nacionalistas catalanes han sabido aprovechar el apoyo a Pedro Sánchez para obtener lo que llevan años demandando: El uso de las lenguas nacionales, la necesidad de desjudicializar la política, u otras cuestiones como el que se lleve a cabo comisiones de investigación del caso Pegasus o de los atentados terrorista en Cambrils.
A partir de ahora, en el parlamento nacional y europeo y en las instituciones públicas se podrá utilizar la lengua oficial de cada comunidad. Una demanda histórica que parece molestar a quienes defienden a ultranza la visión de un país monolítico y decimonónico.
Sin embargo, en las últimas elecciones, ha quedado patente a través de los votos, que somos un país diverso, multicultural, plurilingüe y moderno. La petición nacionalista catalana era un clamor ciudadano, algo tan básico como que se respete y se proteja la lengua materna con la que se comunican a diario. Además de esto, han podido negociar de forma inteligente otras cuestiones como que los asuntos políticos no se judicialicen.
Y es que la política es precisamente esto, llegar a acuerdos, hacer concesiones y contraprestaciones. Algo que, parece, no forma parte del ideario de nuestros actuales gobernantes canarios.
Canarias no ha sabido jugar sus cartas, siendo como es la comunidad que menos aporta a las arcas nacionales y la que más recibe de todo el estado nacional, sabiendo que, esto no es suficiente ni soluciona nada si la gestión o distribución, una vez llegan los dineros del estado o de Europa, no se hace un reparto de forma eficaz y equitativo.
Cataluña, en cambio, la comunidad que más aporta al estado, ha sabido aunar a una gran mayoría de sus votantes para cerrar filas y conseguir, gracias al apoyo al gobierno central, sus principales premisas, entre ellas la constitución de una ley orgánica para el uso de la lengua catalana en las instituciones nacionales y europeas o sentarse a negociar sobre temas como la amnistía de algunos de sus políticos, como por cierto se llevó a cabo en Canarias para algunos independentista en aquellos años de la transición.
En cambio, CC no ha conseguido nada, ni lo consiguió Ana Oramas en el parlamento, ni lo podrá hacer ahora con este voto en contra del gobierno socialista. Nos encontramos en una situación compleja para poder defender los acuciantes problemas que tienen estas islas, desde la inmigración, las aguas territoriales o la galopante pobreza de sus habitantes.
A CC les ha faltado un programa común, un ideario sólido para negociar los temas que nos atañen y volvemos a estar más aislada que nunca.
Perspectiva y distancia, como digo, para aprender de la manera de hacer de otros nacionalismos y situarnos en el lugar que nos corresponde. Pero me temo que para esto tendremos que esperar todavía mucho tiempo.
León A. Fernàndez | Domingo, 20 de Agosto de 2023 a las 17:28:58 horas
Pues mi propuesta es la siguiente: En la ronda de consultas que El Monarca hace con los representantes parlamentarios, la ÚNICA diputada de CC , Cristina Valido, debe proponer como candidata a la Presidencia del Gobierno a ANA ORAMAS.
Ella se crece, al ponerse de puntillas, hablando. ¡¡ NACIÓ - NÁ - LISTA !!
¡¡ MAYORÍA ABSOLUTA !! (Jé, jé)
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