ETS: Es necesario un diagnóstico y un tratamiento muy precoz para evitar complicaciones

La denominación 'infección de transmisión sexual' (ITS) que deriva en enfermedades de transmisión sexual (ETS) engloba un conjunto de síndromes clínicos que se caracterizan por estar causados por agentes infecciosos de alta transmisibilidad.

La mayoría se adquieren y/o se transmiten por contacto sexual sin protección y con parejas desconocidas, en definitiva, relajación de medidas preventivas y la vuelta a comportamientos sexuales de alto riesgo.

La OMS las considera un importante problema de salud pública y una prioridad en su diagnóstico y tratamiento. Actualmente son un problema sanitario emergente debido a la relajación en las actividades sexuales y la perdida de miedo a su contagio (no se toman las debidas precauciones, preservativos, etc.).

Lo que se traduce en una carga socioeconómica y sanitaria para nuestro sistema sanitario, debido a su repercusión en la salud de los afectados, pues muchos de ellos pueden pasar tiempo asintomáticos, únicamente acuden a los centros sanitarios cuando notan síntomas. Esto dificultad su control y alta transmisibilidad.

Las ITS/ETS aumentan el riesgo de adquisición y transmisión de la infección por el VIH, Hepatitis B, Hepatitis C, Herpes I y II, Virus del papiloma humano. También se está notando la aparición de ETS debidas a otros gérmenes que habían tenido un descenso, como Sífilis, Gonorrea, Clamidias, Tricomonas. 

Siempre que se diagnostique una ITS debe ofrecerse consejo médico (tratamiento) y educación sanitaria para la adopción de conductas sexuales seguras y la utilización de métodos barrera de manera correcta. Debe realizarse también un diagnóstico de otras ITS (VIH, Sífilis, Hepatitis B y Hepatitis C, según el riesgo), también valorar vacunación de VHB  si procede, además de  estudiar y tratar todas las parejas sexuales de los tres meses anteriores.