El voto de CC

CC ha establecido como línea roja no apoyar un Gabinete en el que esté Vox o Sumar. Es un craso error pues no se puede confundir al neofascismo con la lucha contra el franquismo y en favor de la democracia del PCE. Es más, sin el PCE no hubiera habido Transición posible. Por no mentar que el comunismo en Francia e Italia hicieron previamente lo propio donde al calor de la Segunda Guerra Mundial combatieron contra el nazismo alemán y el fascismo italiano.

Con todo, y si hay voto a favor de Junts en la sesión de investidura, a Fernando Clavijo se le abre una ventana de oportunidad. El escaño de CC en Madrid no sería decisivo. Ahora bien, una abstención de CC en la sesión de investidura de Pedro Sánchez le permite entablar contactos a dos bandas y que a medio plazo le puede reportar réditos a Clavijo. Es decir, votar no en el Congreso de los Diputados no le suma y abstenerse, para empezar, le empodera, le otorga margen de maniobra y, de paso, disminuye el peso del PP en su Gabinete. En verdad, ahora mismo los populares no están en condiciones de exigir a CC en el Gobierno de Canarias. Todo lo contrario.

Puede ocurrir perfectamente a mitad de legislatura (o antes) que a CC le interese romper con el PP para tender puentes con Sánchez y Yolanda Díaz, vía Ángel Víctor Torres. El dinero mueve montañas; entiéndase como tal las partidas presupuestarias. Y el PSOE respaldar a CC en el Parlamento isleño, entrando o no en el Ejecutivo.

Es más, la idea exitosa de CC desde sus inicios fue hacerse importante para socialistas y populares en Madrid. Que ambos necesitasen a CC. Y así ocurrió desde 1993 hasta hace no mucho. Pues bien, justo ahora el tablero de empate entre PSOE y PP es el ideal para que CC se haga valer. Y no tiene nada que perder con esa abstención. Incluso, una hipotética repetición de las elecciones no le aporta nada; al contrario, pone en riesgo innecesariamente el escaño que logró el 23J en la circunscripción de Santa Cruz de Tenerife. De hecho, en los comicios generales de abril de 2019 cosechó dos actas por dicha provincia y luego, en noviembre de ese año con la convocatoria otra vez de elecciones, perdió uno.

Finalmente, esa idea de CC de que el tablero político en el Estado persista solo en el bipartidismo dinástico (PSOE y PP) ya no es real. CC sigue sin asumir la crisis sistémica en la que nos zarandeamos, cada vez con mayor pujanza. Precisamente fue esto lo que le costó a CC el perder fuelle institucional entre 2015 y 2019. En manos de Clavijo está en el presente evitar semejante error y ganar enteros. CC tiene una baza importante a su disposición, solo tiene que saber emplearla.