
En una dictadura mandan el imperio del miedo y las veleidades del sátrapa de turno y de sus acólitos. En una democracia, en cambio, se vive bajo el imperio de la ley, bajo cuyo paraguas sus tres poderes principales (legislativo, judicial y ejecutivo) tejen una arquitectura institucional que fundamenta buena parte de su funcionalidad en su nivel reputacional.
Por eso, precisamente, hay tanto quintacolumnista del lado oscuro que se faja en redes sociales y en la calle por horadar poco a poco esa necesaria credibilidad, con el ánimo, a veces explícito, a veces camuflado, de debilitar este sistema que llaman el gobierno del pueblo y que, en el fondo, y en la forma, es tan frágil. Tienen su poder y su alcance, no digo que no, pero es limitado.
Lo que no es de recibo es que esa malintencionada tarea de hormiguita se vea amplificada por el mal hacer, y el mal decir, de algunos de nuestros más altos representantes políticos. Ejemplos tenemos por ambos lados.
No es presentable que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, modifique a la carta el Código Penal para beneficiar a los líderes del procés, que designe como Fiscal General del Estado a su ministra de Justicia o que haya dejado que el CISse haya convertido en una caricatura.
Tampoco es admisible que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, insista en el irresponsable bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que levantase sospechas sobre Correos, la empresa pública del servicio postal, en plena campaña electoral, que ataque de forma tan injustificada a RTVE o que resucite a ETA para minar al poder ejecutivo.
Ninguna ambición ni ningún fin, por legítimo que sea, justifica tan alto coste. Y lo peor es que el precio lo pagaríamos la mayoría.
José verona | Domingo, 06 de Agosto de 2023 a las 13:25:10 horas
Buenos días señor , yo sus reflexiones las leo todas , este de acuerdo o no ,
Pero estoy en desacuerdo con usted , cuando hay que pagar facturas por el dinero recibido para campañas y sobresueldos , como el que tiene en señor feijoo y que todavía no ha dado cuenta en el cenado, pues sabemos que la ciudadanía les importa muy poco o nada ,
Necesitan el poder para poder gestionar sus costes como partido , ya que van ligado al poder empresarial sobre todo la banca , los perjudicados como ya decían ellos a gritos en el parlamento, que se jodan, por la hija de unos de los corruptos de este país , que llegó hacer un aeropuerto hoy abandonado , otra hizo un hospital para tenerlo cerrado , son pagos público a las empresas que los financian en B , podría seguir y seguir , la diferencia de la izquierda es que son chorizos que se aprovechan del poder que tienen para delinquir , eso le puede pasar a todos , no tiene una organización delictiva y en la oscuridad como el PP ,
Por eso digo yo , no es lo mismo que yo robe un dinero al banco para yo vivir bien , a que robe en todos los banco para poder financiar a todo un partido y empresas que los financio en las campañas , un saludo
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