Canarias ante el 23J

Asoma tras el domingo un escenario político muy comprometido a nivel territorial, con un serio riesgo de recentralización si gobiernan el PP y Vox. En la provincia de Las Palmas se reparten ocho actas. Y ahí es donde NC aspira a lograr el preciado escaño de obediencia canaria que no tenga que acatar decisiones desde las centrales de Madrid. El sucursalismo caracterizador de las grandes siglas siempre fue una tónica de denuncia por parte de los nacionalismos periféricos. Pero hay mucho en juego, intereses variopintos.

Esto es, la clase trabajadora canaria se juega mucho. La reforma laboral ha sido imperiosa para ganar derechos. Aunque falta recuperar la indemnización de los 45 días; Pedro Sánchez no se atrevió a ello. Yolanda Díaz tampoco obligó al socialista. Quizá lo hagan ahora. Aunque si Alberto Núñez Feijóo es presidente del gobierno, adiós al tema. Eso sí, el PP se ha comprometido a no tocar la reforma laboral que tuvo el consenso de la patronal y los sindicatos de clase. En el sur de Gran Canaria, en Vecindario y Juan Grande que sirven de lugar de residencia para ir a trabajar a Maspalomas y demás enclaves del litoral, saben que el tejido productivo isleño padece unos condicionantes que solo se conoce bien si se está aquí, pegado al terreno.

Las izquierdas kilómetro cero (BNG, ERC, EH Bildu, NC…) se preparan para lo peor: la ultraderecha en el poder central supondrá un antes y un después. Luis Campos encabeza la plancha por Las Palmas por NC y, al parecer, el último escaño estaría en juego entre NC y Vox.

Por otro lado, el tema saharaui nos toca muy de cerca en Canarias. El Frente Polisario se equivoca si piensa que el PP va a desmantelar el ‘volantazo’ de Sánchez. Al final, Feijóo querrá asimismo llevarse bien con Marruecos si alcanza el poder. El Frente Polisario debe vehicular la presión política de otro modo: la izquierda a la izquierda del PSOE y las izquierdas nacionalistas. Estos sí serán aliados de verdad para que Marruecos no siga ocupando lo que denomina sus provincias del sur.

Hoy se acaba la campaña electoral. No es una más. La opinión pública se ha ido concienciando de esto en los últimos días. Hay aroma de trascendencia en la calle de cara al domingo. Es una sensación que se expande. También en Canarias. Y una de las claves del 23J será atestiguar si la tarta de escaños se reparte solo entre los grandes o se logra una voz isleña, autocentrada, en Madrid. Con 40.000 votos, NC tendría (en principio) acta. Con todo, la extrema derecha quiere laminar el autogobierno, incluido el canario. Frenarlo no será fácil.