Lidl continúa trabajando por alcanzar los objetivos de su estrategia contra el cambio climático a través de medidas concretas que le han convertido en una compañía pionera dentro del sector de la distribución en el impulso de acciones de sostenibilidad. De hecho, la cadena de supermercados promueve prácticas responsables en todos los ámbitos de negocio generando así un valor compartido a la sociedad canaria.
Entre estas medidas se encuentran la construcción eficiente, la lucha contra el desperdicio alimentario o su iniciativa REsetPlastic, entre otras.
Construcción eficiente: 16.000 m2 de placas fotovoltaicas en Las Palmas
Con el objetivo de reducir las emisiones de carbono en sus centros de trabajo Lidl desarrolla proyectos de eficiencia energética que le ayudan a disminuir el consumo y las emisiones nocivas para el planeta. Actualmente, la compañía ya cuenta con cerca de 40.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas en Canarias – 16.000m2 en la provincia de Las Palmas - instaladas en varios de sus establecimientos y en sus dos plataformas logísticas.
En los últimos cuatro años Lidl ha intensificado su apuesta por este tipo de energía en sus tiendas de Las Palmas, multiplicando por dieciséis la superficie ocupada por placas solares – pasando de los 1.000m2 en 2019 a los 16.000m2 actuales y su objetivo es seguir ampliando esta instalación en los nuevos establecimientos que inaugure en el futuro.
Juan Carlos I (Gran Canaria), Corralejo (Fuerteventura) o Telde (Gran Canaria) son algunas de las tiendas con instalación fotovoltaica en sus cubiertas, además del almacén regulador que la compañía tiene en Agüimes (Gran Canaria). Gracias a esto, Lidl genera entre el 20 y el 30% del consumo energético de cada establecimiento.
Red gratuita de más de 40 puntos de carga de vehículos eléctricos
En su estrategia de contribuir a la reducción de las emisiones de CO2 y de fomentar los desplazamientos de las personas que usan vehículos eléctricos, Lidl también cuenta con una red disponible para la recarga de vehículos eléctricos en Canarias, con más de 40 puntos repartidos en varios de sus establecimientos de Gran Canaria (Juan Carlos I y Telde, entre otras), Lanzarote (Playa Honda) y Fuerteventura (Corralejo y Antigua), de uso gratuito para sus clientes.
Medidas contra el desperdicio alimentario
Desde su llegada a las Islas en 2010, Canarias se ha convertido en una región estratégica para el desarrollo del plan de sostenibilidad de la compañía, donde Lidl implementa nuevos proyectos con el fin de analizar su posterior aplicación en el resto de comunidades. Así lo ha hecho, recientemente, con el lanzamiento de su “bolsa antidesperdicio”, un pack disponible por 3 euros que contiene frutas y verduras que, o bien no cumplen con los estándares estéticos convencionales a pesar de ser totalmente aptas para su consumo, o que forman parte de envases que han sufrido algún tipo de desperfecto sin dañar la calidad del producto.
El proyecto se implantó en Canarias a finales de 2022 en ocho de sus tiendas, una cifra que se ha ido incrementando hasta estar disponible en la actualidad en sus 35 establecimientos en el archipiélago, lo que le ha permitido dar salida en este tiempo a más de 20.000 kilos de frutas y verduras. Tras el éxito cosechado, la cadena decidió desplegar esta iniciativa en el resto de sus tiendas del país.
Además de su “bolsa antidesperdicio” Lidl ha puesto en marcha en los últimos meses – primero en Canarias y después en el resto de regiones- otras medidas contra el desperdicio alimentario. En todas sus tiendas ofrece ya panes del día anterior con un 50% de descuento, aplica un 50% en el último día de caducidad en artículos frescos como la carne, el pescado, yogures, quesos o ensaladas y un 30% en su surtido de congelado y seco cuando se trata de artículos próximos a su fecha de caducidad o consumo preferente.
Todas estas medidas se suman a las múltiples iniciativas que la cadena lleva a cabo desde hace años en su compromiso de reducir el desperdicio alimentario en un 30% hasta 2025 y en un 50% hasta 2030.
REsetPlastic
REsetPlastic es la estrategia internacional que Lidl lleva impulsando desde hace años para la gestión del plástico: reduciéndolo o eliminándolo y apostando por materiales alternativos para minimizar así su impacto medioambiental. En 2018 se convirtió en el primer supermercado en eliminar las bolsas de plástico de la compra y sustituirlas por unas de rafia. En 2019 eliminó también, de manera pionera, las bolsas de plástico de la sección de frutas y verduras reemplazándolas por bolsas compostables. En 2020 todas sus tiendas de Canarias disponían de bolsas de malla para fruta y verdura como alternativa más sostenible para transportar estos productos y, desde finales del año pasado ya no vende artículos de plástico de un solo uso, lo que ha supuesto una reducción de más de 65 toneladas de plástico.
Ticket eco
La cadena de supermercados también tiene activa una opción en su aplicación Lidl Plus para que sus clientes puedan renunciar a imprimir el ticket en formato papel y disponer exclusivamente de la versión digital como garantía de compra.
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