
Subir caminando desde el barrio de La Fonda hasta el casco de Telde por la GC-102 (Callejón del Castillo), o viceversa, lleva décadas siendo un deporte de riesgo para las miles de personas que han tenido que pasar alguna vez por aquí.
Ya se ha normalizado esta situación, pero es una realidad que se ha convertido en una de las vías con más riesgo de accidente para los peatones de todo el municipio. Ello se debe al escaso margen que tiene la gente para andar a ambos lados de la vía, donde existen unas anticuadas acequias, muros de piedra y vegetación salvaje.
Si a esto se le suma al gran volumen de vehículos que transitan a lo largo del día por esta vía que une la costa, la autopista y los barrios del extrarradio con el núcleo de la ciudad se obtiene la mejor definición de peligro total, según publica Canarias7.
El problema más grave se sitúa en que no hay otra alternativa más segura y cómoda para llegar al mismo destino. Los ciudadanos que quieren o que solo pueden subir a pie desde la zona de El Calero, e inmediaciones, hasta Los Llanos tienen que pasar, casi de manera obligatoria, por aquí, con los coches, camiones y motos pasando arrente a velocidades que superan los 40 kilómetros hora.
Hay quienes, incluso, se arriesgan más y suben por la Avenida del Cabildo (GC-10), donde hay un arcén más amplio, pero donde los vehículos duplican su velocidad alcanzando los 80 kilómetros hora, siempre que vayan respetando los límites.
Un municipio por terminar
La carencia de acera en esta vía que conecta el centro del municipio con La Fonda y El Calero es una prueba más de que el municipio aún está por terminar.
Francisco Sosa Hernández y su mujer Josefa Herrera Bordón llevan 26 años viviendo en la calle el Cango, una de las transversales que une la GC-102 con la GC-10. Casi tres décadas de su vida conviviendo con esta dificultad. «Esto es un peligro para todas las personas que suben y bajan a cada rato, pero aún más para los niños y la gente mayor. Parece que los que vivimos aquí somos ciudadanos de tercera división. No es justo porque pagamos los mismos impuestos que la gente que vive en el centro de la ciudad», reclama Francisco.
El vecino explica que hace años esto era peor, ya que el tramo de peligro era todavía más amplio. «El trozo de acera que hay desde aquí hasta la parada de guagua antiguamente también era una acequia. Lo que pasa es que conseguí hablar con Paco Valido, que estaba de concejal en aquel entonces, y le conté que tenía dos hijos pequeños con minusvalía que no podían pasar seguros hacia abajo. Entonces se comprometió conmigo a tapar la acequia y a hacer la acera que hoy en día tenemos», asegura este teldense.
Aun así, tanto él como su esposa consideran que queda que terminar el trayecto que llega hasta debajo del puente de la GC-100. Josefa afirma que todos los días va a casa de su hijo, en la calle que se sitúa justo al lado (c. Alcalde Antonio González Santana), por lo que seis veces al día (tres a la ida y otras tres a la vuelta) tiene que sortear la zanja que se encuentra en el arcén invadiendo la carretera.
Sandra Jorge Rodríguez es otra ciudadana que trabaja en el casco de Telde y que no se puede permitir esperar todos los días a que pase la guagua porque «no tienen horarios fijos». Ella sube y baja hasta dos veces al día caminando por esta carretera y está «harta» de tener que lidiar con esta exposición «innecesaria».
«Lo peor es cuando llueve. Esos días la carretera se inunda de mala manera y es imposible pasar por aquí», declara. «Creo que mucha gente estamos esperando que las instituciones hagan un arcén o un espacio donde podamos subir caminando tranquilamente hasta Telde, sin estar pendientes de no ser atropellados», solicita.
Tal y como se ha hecho con la recién renovada carretera de Melenara, la ciudadanía espera que pronto esta vía se pueda adecuar a las exigencias mínimas que tendría que prestar una ciudad desarrollada que se precie, sin esperar a que algún día suceda alguna desgracia.
Competencia del Cabildo
Esta carretera es de titularidad del Cabildo de Gran Canaria y según las últimas informaciones que maneja el Consistorio teldense, este proyecto, junto al de las carreteras de La Pardilla y de acceso al Valle de Jinámar (también insulares), están pendientes del plan de actuación para la GC-1, «ya que son vías que conectan con esta».
El Ayuntamiento de Telde es consciente de la necesidad de mejorar la movilidad y la seguridad en estas vías y aseguran que en los últimos tiempos han mantenido varias reuniones con Obras Públicas del Cabildo insular para ofrecer su colaboración para el diseño y ejecución de proyectos.
Jesus | Domingo, 21 de Mayo de 2023 a las 08:12:45 horas
Y para colmo es una vía que se utiliza por mucha gente que acude al Cae o cientos de estudiantes que van a clase. Es una vergüenza
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