La manera de hacer campaña define las propuestas. Es la antesala, de largo o corto alcance, de la posterior gobernanza. El cómo pedir el voto y significar a tus adversarios, es la muestra (mejor o peor camuflada) de lo que vendrá después. Y en Telde hay mucho en juego, democráticamente.
No se trata, que también, de evitar que la ciudad de los faycanes retroceda a las oscuras tempestades de la deuda y el desgobierno del PP al calor de la riqueza ficticia de una burbuja que silenciaba los problemas ciudadanos, sino de no desaprovechar (ni por asomo) una ocasión histórica al alcance: un ayuntamiento tendente a la deuda cero que, ahora sí, tras los deberes hechos, podrá potenciar los servicios públicos o, de lo contrario, servir de cortijo de las apetencias personales de trampolines partidistas que pretenden instrumentalizar Telde, someterla a caprichos advenedizos.
Nueva Canarias es un partido artesanal. Sus orígenes, que Telde conoce bien, son los que son: movimientos asamblearios, fraternidad en los barrios, solidaridad entre los vecinos, sonrisas y manos compartidas de las y los teldenses que vieron en la democracia una oportunidad de ensanchar derechos, sus derechos que no podían ser arrebatados por un puñado de poderosos.
El tiempo pone las cosas en su sitio. Pero es mejor no tentarlo. Cuatro años del PP en las oficinas consistoriales de El Cubillo es un paso atrás. Porque después de los artificios de campaña y la bulla electoral, sobreviene el principio de realidad: hay que gestionar, hay que tener fundamento, es preciso ostentar un sólido criterio… Y, desde luego, están los valores que promueven unas u otras políticas públicas. Aquí anida la diferencia.
Todo esto se dirime el 28M. Un Telde inclusivo, feminista, vivo, canario, arraigado a la tierra, convencido de reivindicar la justicia social… puede seguir siendo una realidad o distanciarse de ella para permitir que se adentre el clasismo de la mentira, del atrevimiento impertinente, que divide a las y los teldenses y que rescata las diferencias en función de los posibles de cada uno.
Es más cómodo, por acción u omisión, no posicionarse, mantenerse al cobijo de las apariencias de las sombras gigantes que, en el fondo, se empequeñecen cuando asoma la realidad social y el pueblo toma conciencia de su voto como única herramienta valedora para transformar la realidad, su realidad, la que le concierne directamente. Telde tiene memoria, y vaya si la tiene, para regalarla sin más a soflamas sin consistencia que hipotecan nuestro futuro. Toca votar, toca frenarlo. Ni un paso atrás.
Antonio Medina | Viernes, 05 de Mayo de 2023 a las 00:39:59 horas
Señor Álvarez Vd conoce a medias los inicios de NC. Ellos nacen en el seminario y lo fundó Don José Suárez Párroco que luego fue funcionario del Ayuntamiento de Telde de la mano de Paco Santiago.
Ellos no tenían ninguna influencia en la ciudadanía, por lo que el único camino de coger poder fue meterse a defender los "intereses" de los aparceros en el sureste de G.Canaria. Luego a través de la Hoac crearon asociación de vecinos y 10 nombres más que no recuerdo todos. porque fueron evolucionando según a donde le iban mejor......y bla..bla. gracias.
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