Jinámar reconoce la labor social y humanitaria de la farmacéutica Pimpa Oliva

Emotivo y cariñoso homenaje el que dispensó esta tarde el pueblo de Jinámar a María del Pino Oliva Castro, titular de la única farmacia que lleva funcionando en el barrio desde hace 50 años. TELDEACTUALIDAD avanza reportaje gráfico del colaborador Antonio Alí.

El acto, iniciativa de la Asociación de Vecinos La Concepción de Jinámar que preside Tomás Santana Borrrego, se celebró en la sede de este colectivo con la asistencia de numerosos familiares de la homenajeada y de vecinos del lugar.

Fue Antonio Rivero, conocido vecino de Jinámar que ejerce de sacristán del santuario de la Concepció, fue el encargado de esbozar una semblanza biográfica de la homenajeada y de los servicios prestados a Jinámar pueblo. Varias personas tomaron la palabra en el acto para  elogiar la entrega de Oliva Castro y la fecunda labor social y humanitaria desplegada durante medio siglo.

La farmacéutica recibió con emoción una placa con la que Jinámar ha querido perpetuar su enorme gratitud a esta profesional ya jubilada, a la que ha relevado su hija Norma Ojeda Oliva al frente del despacho situado en la carretera general, muy cerca de la plaza y templo parroquial.

Y es que para Jinámar, esta farmacia ha sido mucho más que un negocio. "Jinámar no olvida la gran ayuda prestada antes de que hubiera centro de salud. Doña María del Pino Oliva facilitó un espacio para que Jinámar tuviera un despacho médico digno, en el que poder pasar consulta el doctor y la enfermera de la Seguridad Social. La colaboración de la farmacéutica con cientos de jinameros se concretaba en facilitar crédito a familias vulnerables para la adquisición de los medicamentos prescritos por su médico; asesoramiento e información sanitaria a los vecinos; en la pedagogía y paciencia mostrada con nuestros vecinos más humildes para que entendieran las recomendaciones y orientaciones sanitarias confiadas, etc.", han recordado esta noche miembros de la AV La Concepción.