¡Oh cielos, año de elecciones!...

Vaya por delante, que creo en la Democracia como el sistema “menos malo”, (por lo menos conocido hasta ahora).

Igualmente, quiero dejar constancia que creo que en la política hay muchísimas personas de convicciones auténticas dispuestas a servir a la ciudadanía, (pues se supone que es un acto voluntario al que se presentan porque quieren prestar un buen servicio y solucionar los problemas que saben y sabemos todos que hay en nuestra sociedad).

A partir de ahí, tengo que confesar que cada vez me encuentro más desorientada, desilusionada y rozando el agnosticismo con respecto a esto.

Por desgracia “lo están poniendo facilísimo” en cuanto a tener claro a quiénes no votar; pero lo triste es que también están poniéndolo muy difícil (por lo menos es mi caso) para saber a quién votar.

Puede parecer contradictorio esto último, teniendo en cuenta lo que manifesté al principio, pero viendo en qué “emplean el tiempo” sus “señorías”, ellos y ellas que son, supuestamente nuestros representantes, pues les dimos nuestra confianza mediante unos votos y que al final, ya vemos ¡dónde van parar y qué hacen con ellos! pues como para no sentir “desafección” como les gusta a ellos definir, pues les da vergüenza llamarlo por su nombre: asco, hastío, etcétera. Insisto aquí, en la pena por los muchos que hacen todo lo que pueden y les dejan los de arriba, para ejercer con honestidad su trabajo.

Esta “yenca política” (como ya la he denominado otras veces), se ha convertido en un verdadero lodazal, donde unos y otros, cuando son “pillados” a lo único que se limitan es como “señalar” a los demás de otros partidos, en vez de limpiar y de forma inmediata, toda la basura que se “descubre”, y que además vemos que no son de unos añitos para acá, sino que llevan años y años “tapándose” hasta que alguien, bien por “arrepentimiento” o por no quedarse satisfecho “con lo recibido”, destapa.

Y digo también, ¿cuándo no están en campaña o precampaña o “comida de coco” a la ciudadanía?

La definición de Democracia, según el significado o uno de los significados de esta palabra (el siguiente párrafo, está cogido de internet)

* Se entiende como democracia al sistema político mediante el cual los ciudadanos tienen la oportunidad de formar parte de la toma de decisiones realizadas en un país o comunidad determinada. Cuestión, en la mayoría de los casos, más “filosóficas” que reales*

Según otras definiciones, las democracias son regímenes en los que «quienes gobiernan son seleccionados*

Pues esto es lo que para mí, han convertido nuestra democracia: una “idea”, una “ilusión” que se queda más en lo filosófico que en lo real.

¿Y qué pasa con la Dictadura? Pues buscando también la definición (aunque desgraciadamente la conocemos), viendo como están las cosas, ya resulta en ocasiones difícil, no preguntarse uno: ¿qué es lo que realmente tenemos en nuestro país y en otros tantos que presumen de demócratas?. Lo que se anota seguidamente, también está cogido de internet (una parte de la definición)

* Una dictadura es una forma de gobierno en la que un solo individuo, o un grupo pequeño de ellos, sostiene el poder absoluto sobre el Estado de manera indefinida y sin limitaciones constitucionales reales. Implica que el poder político se ejerce de manera autoritaria, vertical, sin espacio para el debate ni el disenso. Una dictadura es una forma autoritaria de gobierno, caracterizada por tener un solo líder o un grupo reducido de líderes y una escasa o nula tolerancia hacia el pluralismo político o la libertad de prensa. ​

Pues según esto podríamos decir, categóricamente, que ¡NO, nosotros no estamos es una dictadura!

Nosotros “participamos” mediante nuestros votos, “elegimos” por lo tanto a nuestros representantes…

Nosotros tenemos los tres Poderes plenamente definidos y ¿separados?

Lo que se anota seguidamente, también está recogido en internet, según la definición que se da de los mismos.

* La división de poderes, también conocida como separación de poderes, es una forma de estructura organizativa de los estados basada en el reparto de los poderes de decisión y control en tres ámbitos: el legislativo, el ejecutivo y el judicial.*

Pues viendo “como está el patio”, ya me dirán…

Y en cada periodo electoral, “surgen más y más partidos”. Los nuevos “salvadores y poseedores de la verdad absoluta” que vienen a rescatarnos y todos o casi todos, ya van enseñando la patita, pues de una manera u otra, “se les escapa” la necesidad de “controlar a los medios de comunicación” (ya sabemos que todos tienen los suyos propios, muy afines a sus ideas).

El que cada medio de comunicación (prensa escrita, audiovisual, radiofónica y ahora, las redes sociales) cada uno, a nivel personal y en la hora de votar, lo haga por quién le dé la gana, faltaría más, pero en cuanto a su trabajo, tienen una importante y gravísima responsabilidad y es la de denunciar toda corrupción, venga del partido que venga, informar, crear debates, etcétera y que el ciudadano sea quien al final decida y elija.

Cuando sufrimos la dictadura, donde existía la “censura” de todo tipo: informativa, personal, moral… lo lamentábamos y por eso se celebró la llegada de la Democracia con la Constitución de 1978 (siempre mejorable, por supuesto)

Otra pena lamentable es que la historia, la completa, nunca terminaremos de conocerla; pues ahí, como ocurre con los medios de comunicación, no hay “imparcialidad”, “libertad” para decir y contar todo, sin paños calientes a favor o en contra de nadie, sino la verdad.

Ahora, en plena democracia, esa tentación de dominar el pensamiento, de decir y de imponer “lo que somos”, “lo que tenemos que ser” y un largo etcétera que oímos un día sí y otro también en los medios de comunicación, y encima por las personas que pretenden representarnos e incluso, que ya ocupan puestos en el gobierno, dictándonos “sus conceptos” de lo que tenemos que sentir, que hacer…y no hablo de las lógicas leyes necesarias para la convivencia y el respeto, las cuales tienen que ser consensuadas, tal como se supone se debe en una democracia, dejando que los poderes que la constituyen hagan realmente su trabajo.

Ya, si no cambio de pensamiento (pues nos queda bastante que “padecer” durante el tiempo electoralista que nos viene), he dejado ver información de programas, promesas, desprecios y descalificaciones que se “brindan” unos y otros.

Se puede pensar que si no se escucha, si no se conoce las propuestas de todos y cada uno de los partidos, no se puede decidir, pero es que “prometer”, “mentir” saben todos, y son sus obras las que hablan y desde luego, sus actitudes (aparte de las aptitudes), las únicas y mejores propagandas que pueden presentar y si lo tuvieran en cuenta, ni les hacían falta “asesores de imagen”, ni “cartita de reyes” que todos ponen en sus programas, tratándonos, de nuevo, como borreguitos y borreguitas.

Por lo demás, claro que les deseo el mejor de los aciertos y para ello, ojalá entiendan que lo que esperamos la ciudadanía es: respeto, verdad, lealtad, compromiso, honestidad y mucha, muchísima más humildad.