Hay una premisa de que en política no todo vale. Hoy, el Partido Popular debería hacer un ejercicio de seria reflexión después del patinazo y hasta ridículo que ha hecho con su comunicado sobre el problema de la empresa pública Gestel para pagar a sus trabajadores y proveedores.
Los conservadores se lanzaron a hurgar en una herida inexistente y quisieron transmitir a destiempo en un comunicado, cuando ya todo estaba encaminado, de que había un trasfondo político en la cuestión técnica que estaba obstaculizando en Intervención de Fondos el pago de las facturas de la entidad pública adscrita a Cultura.
Y eso que el PP era conocedor de las manifestaciones públicas del concejal de Cultura, Juan Martel, publicadas a primera hora de este viernes por TELDEACTUALIDAD, en las que el edil de la coalición electoral Juntos por Telde dejaba manifiestamente claro que el problema residía en el “empantanamiento” de la documentación de Gestel en Intervención de Fondos por un exceso de celo de la hasta hoy interventora municipal.
Pero claro al PP lo que interesaba era focalizar el problema en la alcaldesa Carmen Hernández y sugerir la apertura de “otra brecha más” en el pacto tripartito de Telde cuando Hernández, Martel y Suárez (gerente de Gestel) han trabajado en sintonía y casi a destajo para resolver la situación cuanto antes, como así lo han reconocido públicamente los propios trabajadores en un comunicado que este medio digital ha divulgado a primera hora de esta noche.
¿Tendrá el PP un momento de cordura política y reconocer el resbalón de este viernes o seguirá instalado en la estrategia equivocada de meter el dedo en el ojo?























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