Canarias continúa en estado de ‘shock’ con el caso Mediador. Prostíbulos, cocaína, vicios dispares, dinero público… Semana tras semana, mes a mes. La conmoción ciudadana es tremenda.
Incluso, la propia Presidencia del Gobierno está descompuesta, no entiende qué tiene entre manos por la sencilla razón de que no lo sabe ni (todavía) lo puede saber. Sin embargo, en Presidencia deben separar por completo la estrategia procesal de la estrategia política que, en última instancia, debe estar orientada a salvaguardar a Ángel Víctor Torres. En Presidencia deben emplear la inteligencia como nunca pues está en riesgo político el presidente y el PSOE. Desactivar una bomba de relojería como el caso Mediador, política y judicial, no está al alcance de cualquiera.
No hay estrategia política en pleno año electoral que se sostenga en el tiempo con la mera excusa de que no se sabía nada. Esto puede valer en un juicio, que lo habrá en el momento procesal oportuno. Pero nunca como estrategia electoral. El peor error que podría cometer Torres, Julio Pérez y Alicia Vanoostende es mantener el relato que se ciñen a comprobar a que todo está en orden y que desconocían lo ocurrido. Eso vale para los primeros días. Y listo.
Porque pase lo que pase al final en la vía judicial, las fotografías y mensajes que conocemos hasta la fecha certifican un extremo: la gravedad es mayúscula, afecta a numerosas personas y Marco Antonio Navarro Tacoronte habría hecho el papel de hermano de Alfonso Guerra en la Consejería dirigida por Alicia Vanoostende; aunque ella lo desconociera. Eso es grave, aunque no lo supiese. Y dos directores generales, el ‘Tito Berni’ y su sobrino, están en la presunta trama. La palmera es, en términos políticos, la trinchera que protege al presidente, la primera línea de alambradas en el frente de guerra que se acaba de desatar.
Marco Antonio Navarro Tacoronte asegura que tiene acreditado que tenía despacho en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca en el Gobierno de Canarias. Que era tan familiar para él el edificio, que conversaba con el director general en los lavabos. Era uno más en estas dependencias oficiales y, todo apunta, que también iba a otras consejerías a intermediar supuestamente.
Si Ángel Víctor Torres, Julio Pérez y Alicia Vanoostende no cambian pronto de guion se van a ver afectados por completo. El aruquense emprende acciones legales contra Navarro Tacoronte, pero eso sirve para los primeros compases. Toca modificar el ritmo. Y no es fácil porque sencillamente no lo controlan y van a estar a la defensiva de todo aquello que se filtre de la causa judicial y de lo que Navarro Tacoronte pronuncie en sus apariciones en los medios de comunicación que serán frecuentes.
Para entendernos: Torres está como Richard Nixon. Y en Presidencia no son conscientes. Julio Pérez y Alicia Vanoostende no pueden proseguir con esta línea o, de lo contrario, acabarán con Torres. Tienen que salvar al presidente. Y la primera en ser sacrificada políticamente sería Alicia Vanoostende. La agenda en Canarias de aquí a mayo la controla Navarro Tacoronte desde su casa. Y para él Alicia Vanoostende es un mero aperitivo, una sardina para abrir boca.





















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