La Audiencia Provincial confirma el fallo que condena a un policía local por agredir a un compañero

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha ratificado en todos sus extremos la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Las Palmas de Gran Canaria que condenó a un agente de la Policía Local de Telde por agredir en mayo de 2019 a un compañero en las instalaciones del garaje del cuerpo municipal.

La confirmación del fallo judicial, que no es firme porque es recurrible ante el Tribunal Supremo en casación, supone para el agente una pena de 9 meses de prisión y el abono de indemnización de 7.304 euros a su compañero por los daños físicos, psíquicos y materiales ocasionados. De hecho, laa representación legal del condenado ha recurrido ya el fallo judicial ante el TS al considerar que se ha cometido infracción de ley.

Tal y como informó este periódico, el Juzgado de lo Penal número 1 de Las Palmas de Gran Canaria condenó a un agente de la Policía local de Telde con nueve meses de cárcel tras haber dado una paliza a uno de sus compañeros del cuerpo de seguridad.

La magistrada María Gabriela Ramos determinó que el condenado es autor responsable de un delito de lesiones y debe indemnizar al afectado con la cantidad de 6.800 euros por los daños causados, 395 euros por romperle el teléfono móvil y con 110 euros por el coste de una media de compresión prescrita en el informe médico.

 Los hechos ocurrieron el 19 de mayo de 2019, en el garaje de las dependencias de la Policía local de Telde, mientras ambos estaban de servicio. El denunciante declaró que acudió a ese lugar para coger el vehículo que tenía asignado. Cuando se dispuso a meter sus pertenencias y órdenes de trabajo en el maletero, le señaló con el dedo y le amenazó diciéndole que «le iba a dar una paliza, que le iba a arrancar la cabeza, que era un hijo de puta y un arrastrado de mierda», según la sentencia, a lo que el afectado le indicó que no iba a dejar las amenazas «como había hecho en una ocasión anterior» y que comunicaría lo ocurrido en Jefatura. 

Tras este acontecimiento, grabado por las cámaras de seguridad, los compañeros se enzarzaron en una discusión en la que, según el fallo, el acusado «le propinó varios puñetazos en el rostro y por el resto del cuerpo, y finalmente le propinó una patada en el muslo derecho», causándole desperfectos en el móvil y la funda valorados en 395 euros».

Como consecuencia de la pelea, el perjudicado sufrió arañazos, erosiones, contusiones y una contractura en la cara, cuello y extremidades inferiores y superiores, además de una trombosis venosa profunda en las venas del cuádriceps de su pierna derecha.