¿Quién dio la orden?

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no actúa solo. No es un ente abstracto en una lejana galaxia, no es un monasterio recóndito ubicado en una montaña. La actividad del CNI va en consonancia con la realidad del momento y, por ende, implica la conllevancia de un impulso político, sea discreto o no, con los vericuetos propios, pero lo tiene. Por tanto, ¿la luz verde, el consentimiento o el simple ‘oído cocina’ hacia el espionaje masivo al independentismo catalán, incluido el presidente Pere Aragonès y el entorno de Carles Puigdemont, proviene directamente de Pedro Sánchez o de Margarita Robles tan solo? Realmente, ¿La Moncloa no era consciente de nada? Si es así, ¿cómo la ministra de Defensa no informó a Sánchez cuando este negociaba la investidura con Aragonès? Las dudas son cada vez mayores y exigen ser resueltas cuanto antes por el bien de la democracia.

Esta situación es insostenible. "Lo que está pasando ahora aleja las posibilidades de acabar la legislatura del Gobierno", sentenció ayer Aragonès en una entrevista en Catalunya Ràdio. Sánchez no puede esperar a las elecciones andaluzas para cesar a Robles. Llevamos apenas unas semanas con el ‘CatalanGate’ y es un espectáculo dantesco que va a más y que La Moncloa no logra, ni por asomo, atajar. Dicho esto, ahonda en la problemática que el PSOE haya imposibilitado la creación de la comisión de investigación pertinente en el Congreso de los Diputados.

¿Cómo es que el CNI va por libre? Nadie se lo cree. ¿Pero todo acaba en Robles y en su error de no mantener informado a Sánchez? ¿Atañe igualmente al presidente del Gobierno? ¿Se va a desclasificar la información para observar la motivación que permitió la autorización judicial para que el CNI vigilase a Aragonès? Insisto, pasa el tiempo y se acumulan las preguntas. El tiempo corre en contra del Gobierno de coalición. A su vez, Unidas Podemos tampoco puede mantenerse impasible aunque su actitud haya sido otra a la hora de reclamar ceses y exigir explicaciones. La directora del CNI ha corroborado 18 de los 65 afectados por el espionaje. ¿Y el resto? ¿Son víctimas de las cloacas del Estado y de elementos policiales que hacen y deshacen a su antojo sin conocimiento de Robles y de Fernando Grande-Marlaska? En términos coloquiales, esto se ha desmadrado.

Cuanto menos se permita investigar en sede parlamentaria más consolidada quedará la idea ante la opinión pública de que se intenta tapar una descomunal información en torno a las cloacas del Estado. Sánchez debe adoptar decisiones cuanto antes. Estar así, un día tras otro de auténtica presión mediática, solo jugará en contra de las expectativas del PSOE. Y el PSOE se merece un futuro político propio, también cuando Sánchez en algún momento deje de liderar el partido, por un natural orden sucesorio. Los líderes políticos que tienen a cuenta la responsabilidad, deben velar por la herencia que dejan. Es inexcusable aprobar la comisión de investigación en el Congreso de los Diputados para abordar este GAL digital. La paradoja sería que no la hubiese y encima Sánchez se quemase políticamente por Robles. La Moncloa (y el PSOE) debe hacer cuanto antes un control de daños y operar con determinación. La inquietud ciudadana, máxime en Catalunya, es enorme.